El pedido de Kenji Fujimori del voto de conciencia en “materias de principio y derechos fundamentales” es una crítica de fondo a Fuerza Popular. Implícitamente plantea que nada ha cambiado desde los tiempos en que el fujimorismo empezó a manejar a sus congresistas por beeper. Que el reclamo haya tenido que ser en un comunicado público es en sí muy elocuente. El voto de conciencia permitiría poner en evidencia a los seguidores de Kenji Fujimori (o cualquier otro) en una serie de temas actuales o futuros. Lo cual marcaría el final de la imagen de control monolítico de Keiko Fujimori, y podría desembocar hasta en un partido con tendencias a la vista del público. No necesariamente significa que la excandidata pierda su mayoría dentro de FP. Es obvio que quien maneja los beepers hoy es Keiko Fujimori, lo cual inevitablemente coloca el reclamo en el área de la rivalidad política, incluso electoral. Un alto porcentaje del público encuestado lo piensa así, y en efecto el hermano Kenji ya es percibido como un polo alternativo dentro de FP, con temas para sustentar la discrepancia. Que no haya derecho al voto de conciencia es notable en una bancada donde los más no son propiamente hablando gente del partido, sino compañeros de ruta acopiados por entre los entusiasmos de la campaña del 2016. No es casual que FP temprano promoviera una severa norma contra la disidencia parlamentaria. Lo de Kenji Fujimori sugiere que todo está pegado con beepers. El liderazgo de Keiko Fujimori le debe mucho a la convicción de que podrá ganar, ahora sí, las elecciones del 2021. El creciente perfil de Kenji Fujimori inevitablemente va a ir socavando esa convicción, dentro y fuera de FP. De allí viene probablemente el bulo de que Keiko Fujimori no perdió la pasada elección, sino que se la robaron. Frente al 2021 la posición de Kenji Fujimori es de fuerza. Pues aun si no lograra reemplazar en la candidatura a su hermana, para entonces ya algo desgastada, su capacidad de montar tienda aparte y negociar desde allí podría colocar el destino de FP en sus manos. Más aun si logra llevar un paso más allá el rumoreado apoyo de su padre.