Después de la historia de Limasa y de cómo aumentó su capital esplendorosamente a través de más empresas creadas por los propios Fujimori, el caso del almacén (sí, otro) Alinsa ha removido nuevamente las agendas de los periodistas de investigación (porque solo ellos –y no las autoridades– parecen estar investigando). Es así que un equipo conformado por periodistas de La República, Poder.Pe y Útero.Pe descubrieron las rarezas tras la construcción del almacén de Alinsa. Una empresa constituida por otras tres más que son de propiedad de Hiro y Sachie Fujimori y allegados a ellos, incluido el alemán Mark Koening, esposo de Sachie, y el congresista electo de Fuerza Popular, Miguel Torres Morales. Todas estas empresas fueron constituidas por el estudio Torres y Torres Lara, fundado por el expremier y canciller del gobierno de Alberto Fujimori y manejada hoy por sus hijos Carlos y Miguel Torres Morales.Como vemos, la familia Fujimori tiene tremenda vena empresarial, pero ¿es esto puro emprendimiento? Alinsa no tenía certificado de Defensa Civil ni licencia de edificación en Villa El Salvador, en donde operó solo 11 meses ¿qué pasó después? ¿a dónde se fue tanta inversión? Además, el ingeniero encargado de la construcción denunció que el pago por su trabajo se había hecho en efectivo y no se había completado. Le dieron 100 mil soles así, en crudo, parte de ellos sacados de un refrigerador según su propio testimonio.¿Cómo así pudieron construir, sin licencia, sin pagar, sin empresa a la qué facturar? La fiscalía, la Sunat, y todas las autoridades competentes deben preguntarle eso a Sachie y a Hiro Fujimori y al resto de asociados. Pero no solo eso. Las autoridades tienen el deber de culminar con las investigaciones con respecto al patrimonio de los Fujimori en general. Por ejemplo, acerca de la droga encontrada en los almacenes de Limasa y el posterior y sorprendente aumento de capital. Ya no estamos en campaña, pero la plata sigue corriendo en distintas direcciones, y siempre conectada solo por un apellido: los Fujimori.