El exabrupto ha sido interpretado como Kenji Fujimori al bicentenario. Pero quizás lo que el congresista ha defendido es la idea de que algún día Alberto Fujimori volverá a la presidencia. Eso le preocupa al hijo mucho más que su propia carrera política, que no es sino un buzón donde colocar las adhesiones al padre. Así, al descartar la idea de los Fujimori buscando atornillarse a un poder dinástico, Keiko Fujimori pisó un callo familiar. Hasta aquí sus candidaturas eran formas de mantener encendida y aprovechar la popularidad del ex presidente. La campaña del 2016 la está obligando a quemar algunos puentes con el pasado de la familia. Sigamos imaginando. La puerta grande para Alberto Fujimori que aparece en el exabrupto de Cecilia Chacón podría no ser solo una excarcelación, sino su candidatura presidencial en el 2021. Al sustituirse a su padre, el denodado albertista Kenji Fujimori no solo lo está defendiendo, sino que tal vez le está cuidando el sitio para el 2021. La fantasía herida es tan intensa que Kenji Fujimori llega a mencionar la posibilidad de que su hermana pierda esta elección, algo inverosímil en una campaña. Pero hay cierta lógica implícita en el asunto: si papá no va a ser candidato, entonces no tiene el menor sentido que Keiko Fujimori sea presidenta. Una pataleta política, definitivamente. Sin embargo la pataleta tiene detrás medio millón de votos parlamentarios y un espíritu de cuerpo en torno de Alberto Fujimori. Voluntaria o involuntariamente este sentimiento ha aplicado una feroz zancadilla, que marcará un antes y un después en la campaña de Keiko Fujimori. Quizás el partido no se ha dividido, pero sus matices internos son obvios. El comando de Keiko Fujimori tiene un problema de control. Se ha pasado toda la campaña pidiendo moderación, y en unos casos incluso silencio, a los candidatos, y hoy lo sigue haciendo con los congresistas electos. Probablemente no esperaba que la pita se rompiera tan pronto, y que el disgusto reventara en la propia cúpula. Es muy probable que todos los Fujimori estén aspirando a que la familia gobierne indefinidamente. Lo demostró el padre al intentar una ilegal segunda reelección; lo ha demostrado la hija candidateando dos veces a la presidencia; ahora lo pone en evidencia el hijo con esta desvergonzada arranchadera.