El señor Kenji Fujimori ha lanzado el día de ayer una serie de mensajes bastante desafortunados. No es, sin embargo, la primera vez que el fujimorismo muestra uno de sus tantos carices autoritarios. “La decisión es mía, innecesaria reunión de bancada” dice Kenji Fujimori cuando habla de quién será el próximo presidente del Congreso. No hay concertación, votación o consulta al interior de este grupo parlamentario, menos entre los congresistas. Si tu apellido es Fujimori, tú eres el de la decisión (no podría quedar más claro). Además, si Keiko no gana, él asegura que será el próximo candidato presidencial del fujimorismo al 2021. Y es que a nadie debería sorprender: Fuerza Popular no existe como partido. Cambio 90, Nueva Mayoría, Vamos Vecino, Sí cumple, Perú 2000, Alianza por el Futuro, Fuerza 2011, todos han sido fachadas de la misma familia. Distintos nombres para una misma cosa. Mientras tanto, el futuro del patriarca del fujimorismo se estará decidiendo estos días, según el voto de los magistrados del TC con respecto al recurso que busca anular la sentencia de Alberto Fujimori. Uno de los magistrados, José Luis Sardón de Taboada, ha declarado en más de una oportunidad a favor del fujimorismo. ¿Veremos el mismo autoritarismo triunfar en nuestras instancias de justicia? ¿Se atreverán a anular lo imperdonable? Lo cierto es que la campaña para esta segunda vuelta aún no acaba. Quizá esté más en nuestras manos que en las del señor PPK (quien parece no querer comerse el pleito aún) evitar el copamiento y desmantelamiento de lo que queda de nuestras instituciones. La decisión es nuestra, no de quien se cree el dueño del Congreso sin haber recibido credencial alguna aún.