Brasil. También culpó al cuestionado presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, de ser, junto con su vice, Michel Temer, las "cabezas de la conspiración" contra su Gobierno., Jenny Barchfield y Mauricio Savarese. Associated Press La presidenta brasileña Dilma Rousseff criticó a los dos hombres que podrían reemplazarla si es llevada a juicio político, y se refirió al vicepresidente Michel Temer y al presidente de la cámara baja Eduardo Cunha como las "cabezas de la conspiración" para destituirla. PUEDES VER: ¿Por qué quieren destituir a Dilma Rousseff? Claves para entender su juicio político Rousseff hizo tales señalamientos en un discurso ante maestros y estudiantes que pronunció en el palacio presidencial en Brasilia. El lunes se dio a conocer una filtración presuntamente accidental a la prensa de un discurso a la nación que Temer pretendía pronunciar tras una hipotética votación en el Congreso que suspendería a Rousseff de su puesto. En la grabación de 13 minutos, que Temer dijo envió sin querer a los legisladores a través de una aplicación de mensajería instantánea, el vicepresidente habla como si ya hubiera asumido el puesto más importante del país. Rousseff dijo que se sintió "impactada" al escuchar la grabación, que considera "revela traición hacia mí y hacia la democracia". "Se les cayó la máscara a los conspiradores", expresó. "Realmente no sé quién es el jefe y quién es el segundo al mando", afirmó Rousseff, refiriéndose a Temer y a Cunha, ambos integrantes del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, que se retiró de la coalición gobernante de Rousseff a fines del mes pasado. "Uno de ellos es la mano no tan invisible que está encabezando este proceso de juicio político, a través de la perversión del poder y abusos inimaginables", declaró. "El otro se está frotando las manos y está ensayando la farsa de lo que sería un discurso de toma de posesión". En Twitter, el director de la oficina de Rousseff y un confidente cercano de la presidenta, Jacques Wagner, dijo que "no hay posibilidad de perdón para los conspiradores". "Después de que el juicio político sea desechado, la única posibilidad que le queda a Temer es la renuncia", escribió Wagner. Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado norteamericano, dijo a reporteros que Washington confía en la capacidad de Brasil para superar su crisis política. "Creemos que la democracia de Brasil es madura. Es lo suficientemente fuerte para asegurar que sus desafíos políticos actuales sean enfrentados y solucionados de una forma que le ayude a Brasil a prosperar", dijo Toner en Washington. "No me ayudes, Nicolás" Por su parte, el mandatario venezolano Nicolás Maduro afirmó el martes que Rousseff y el ex presidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva están enfrentando un "golpe de Estado". El lunes, una comisión legislativa acercó a Rousseff un paso más a su juicio político tras aprobar un informe en favor de su destitución. El proceso se deriva de las acusaciones de que su gobierno violó las leyes fiscales para enmascarar problemas presupuestarios al mover las cuentas bancarias del gobierno de un banco a otro. Partidos de oposición dicen que la manipulación de medidas contables le permitió aumentar el gasto público para obtener votos. Rousseff y sus partidarios dicen que las acusaciones son falsas e insisten en que las maniobras financieras como las que ella hizo son práctica común, y fueron aplicadas por dos presidentes anteriores. En repetidas ocasiones ha denunciado los procedimientos como una descarada toma del poder por parte de sus adversarios. Dilma Rousseff pierde otra bancada aliada El Partido Progresista (PP), que tiene la cuarta minoría en la Cámara de Diputados, anunció su ruptura con la presidenta Rousseff y su decisión de votar a favor de que responda a un juicio con miras a su destitución. La decisión del PP fue anunciada tres días antes de que la Cámara baja inicie una votación crucial, en la que definirá si el proceso contra Rousseff avanza hacia el Senado, que tendrá la palabra final sobre la posible apertura del juicio contra la mandataria. El PP, con 49 diputados, tiene la cuarta minoría en la Cámara Baja, y la decisión sigue el camino trazado por el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), primera minoría con 68 escaños y que ya se apartó del Gobierno. La segunda minoría es del Partido de los Trabajadores (PT), de Rousseff (58 diputados), pero la tercera es del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), con 50. De las cuatro grandes fuerzas en la Cámara Baja, Rousseff solo cuenta con una. El dato Los índices de aprobación de Rousseff han bajado drásticamente en medio de la peor recesión en décadas, un aumento en el desempleo y la inflación, y una pesquisa de corrupción en la paraestatal Petrobras.