Gabriel Vizcarra, fundador del proyecto musical Animatissimo, dirige hoy domingo a la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil Bicentenario con un repertorio singular: música de anime y de videojuegos.,Anime sinfónico | VIDEO,Desde la primera vez que Gabriel Vizcarra y su grupo Animatissimo tocaron frente a un auditorio, se dieron cuenta que su propuesta de hacer música de animes y videojuegos en formato de música clásica, con piano, chelo y violines, conectaba rápido con la gente. Era marzo de 2010. “Nos presentamos en un festival otaku para mostrar nuestra propuesta. Yo tenía un poco de miedo porque no sabía cómo iban a reaccionar. Llevar violines allí era un poco arriesgado”, recuerda. PUEDES VER: Adrenalina en Paracas Cuando empezó a sonar la flauta traversa con la melodía de Buterfly, de la serie animada Digimon, se ganaron al público de inmediato. Fue tanto el impacto de la música en la gente que muchos empezaron a corear la letra de la canción. Esa presentación fue seguida luego por un concierto más formal en el Conservatorio Nacional de Música, donde Gabriel y los otros cinco integrantes de su ensamble estudiaban. Gabriel toca la viola y es el fundador de Animatissimo junto con sus amigos de entonces y de siempre: Carlos y Jorge Breña en violines, Antonio Reyna en el chelo, Diego Puertas en el piano y Alcira Bohorquez en la flauta. Ha reunido dos pasiones: la música, y su gusto por los videojuegos y el anime. El concierto que Gabriel más recuerda es uno que realizaron el 2011 en el auditorio de la universidad San Marcos, porque esa vez pudo dirigir una orquesta sinfónica. Ahora dirigirá a la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil Bicentenario en dos conciertos en el Gran Teatro Nacional. Agotó entradas para la primera fecha y debieron abrir otra fecha más. Es un sueño cumplido. Anime sinfónico Mientras Gabriel dirige a la orquesta en el escenario del Gran Teatro Nacional, al fondo del escenario, en una pantalla gigante, se proyectan imágenes de Los Caballeros del Zodiaco. Estamos en el ensayo final antes del primer concierto, el viernes 3 de febrero. Hace una semana se agotaron las entradas para esta presentación. Hoy domingo es el segundo concierto, también a sala llena. El éxito de sus presentaciones se debe a la conjunción entre la música que suena perfecta y las imágenes que se proyectan en la pantalla: trasladan al oyente al momento en que vieron esas series o jugaron esos videojuegos. O simplemente el público se deja atrapar por la música. Para estos conciertos Gabriel apela a la nostalgia: habrá temas de animes antiguos como Candy o Marco; de series como Caballeros del Zodiaco; de videojuegos clásicos como Súper Mario Bros, Zelda o Final Fantasy; y también temas no muy conocidos de Lady Oscar o Shadow the Colosus. Gabriel Vizcarra fue integrante de la Orquesta Sinfónica Juvenil hasta el 2013 y por entonces le propuso al director, Pablo Sabat, hacer música de este tipo en formato sinfónico. A Sabat le pareció buena idea pero la agenda de la OSJ estaba llena en esas fechas. Con el tiempo apareció la intención de hacer música contemporánea, con el fin de acercar al público a las orquestas, y su proyecto tomó cuerpo. A mediados del 2016, Sabat lo convocó para esta posibilidad y él aceptó encantado. “¿Cómo te sientes con el éxito de tu propuesta? ”, preguntamos. “Emocionado y contento”, dice. Y agradece al ministerio de Cultura y a los integrantes de la Orquesta Sinfónica Juvenil. Sin ellos no hubiera podido preparar este concierto en tan poco tiempo. Música joven Gabriel, 32 años, creció en el distrito de Chorrillos. Toca en orquestas, enseña música y ha sido director de la Orquesta Sinfónica Infantil de San Miguel del proyecto Sinfonía por el Perú. “No me imagino haciendo otra cosa”, dice. El martes pasado lo vimos en sus ensayos y pudimos apreciar su virtuosismo musical: la orquesta empezaba a tocar una melodía, él marcaba los tiempos y cuando parecía que todo iba bien, apuntaba: “más fuerza esas trompetas” o “ese final más potente”. Y así. Su propuesta busca que el público aficionado a las orquestas crezca, que la gente que nunca ha escuchado una orquesta sinfónica escuche toda la sonoridad que pueden crear y “que se enamoren del maravilloso mundo que es la música sinfónica”.