Petro en su hora difícil

La denuncia de fondos ilegales en la campaña electoral provino de su propio hijo.

El 80% de los colombianos quiere que el mandato de Gustavo Petro salga bien, indicó el presidente en entrevista publicada el sábado 5 por La República, diario económico de ese país. Si las encuestas fueran esta semana, volvería a ganar las elecciones, agregó.

El sondeo de opinión pública que cita el presidente Petro no mide aún el efecto que ha producido en su popularidad la declaración de su propio hijo, quien echó sombras sobre la exitosa campaña electoral al señalar la existencia de fondos de origen ilegal y no declarados, que en parte sirvieron para su enriquecimiento personal.

Petro, a través de comunicados y declaraciones, ha enfatizado que nadie está por encima de la ley y que espera que la Justicia, imparcial, con sujeción al debido proceso y la Constitución, haga su trabajo y determine las responsabilidades.

Sin embargo, en medio de una campaña electoral regional con la mira en octubre próximo, en la que participa su organización política con candidatos propios para las poderosas alcaldías de Bogotá y Medellín, entre otras; el nuevo huracán que sacude la gestión de Petro va a afectar indudablemente los resultados.

Al año del inicio de su Gobierno, este 7 de agosto, se han quedado en el tintero —por falta de fuerza en el Congreso— reformas fundamentales como la de pensiones o la de salud, planteadas como promesas electorales. También desapareció en medio del escándalo la negociación exitosa de cese al fuego con el ELN, en el proceso de paz que se sigue construyendo paso a paso.

El presidente Petro pone énfasis en la importancia de la nueva relación política que aspira a construir y que conduzca a un nuevo entendimiento entre los colombianos. En el ambiente enrarecido por la declaración de su hijo mayor se ha escuchado fuerte el pedido de destitución y han sonado las alarmas por un tema que es un “elefante en la habitación”, expresión metafórica en alusión a la infiltración del narcotráfico en la política colombiana.

Son tiempos complicados para el primer presidente de izquierda del hermano país y fronterizo Colombia. La firmeza de la institucionalidad presidencial podría ser la salvaguardia que impida su separación del cargo, pero no le será fácil gobernar, sin duda, por la carga de las acusaciones y el poco tiempo para cumplir las promesas electorales.