¿Cuándo se podrá retirar la CTS?

El amor fujicomunista se apechuga, por Augusto Álvarez Rodrich

Esto no es alianza, sino pacto de sobrevivencia con repartija.

El arreglo para armar la nueva mesa directiva del parlamento entre Fuerza Popular y Perú Libre, es decir, entre el fujimorismo y el comunismo, o sea, entre Keiko Fujimori y Vladimir Cerrón, no debe sorprender a nadie que siga a un congreso que no debate ideas al servicio del país, sino prebendas, intereses particulares y repartijas.

Por ejemplo, no es que el Congreso odie a la educación escolar al anular la meritocracia en la carrera, sino que deben dar una ley para el Bloque Magisterial para tener sus votos para otras cuchipandas. Tampoco se destruyó a Sunedu para malograr la educación universitaria, sino porque se necesitan votos de los lobbies de las ‘universidades’ truchas para otros anticuchos.

En cualquier democracia razonablemente sana, sin que llegue a la perfección que en estos asuntos nunca existe, cuando no hay mayorías en el parlamento, se necesitan acuerdos entre las minorías en un toma y daca.

Eso es indispensable en una democracia. Pero en una democracia degradada como la peruana, se producen repartijas en vez de acuerdos. Que es la diferencia entre negociación y negociado. Acá solo se reparten puestos como franquicias de poder, pero sin pactos sobre lo que van a hacer con este.

La defensoría para Vladimir, el TC para Keiko, y el resto de los partidos no se queda sin vela en este entierro de la democracia, pues aquí todos chapan chambas y se ganan alguito, incluyendo a la legión de mochasuelderos que comprometen su voto a cambio de impunidad ante sus delitos.

Podrían justificar mejor, con menos halagos y más realismo, el trato entre FP y PL para arrejuntarse en la nueva mesa directiva del congreso, pero este objetivo explica los elogios entre Nano Guerra García y Waldemar Cerrón, Patricia Juárez y Guido Bellido, o Guillermo Bermejo y Alejandro Aguinaga. Y los que en ambas bancadas critican estos acuerdos por ser ‘contra natura’ no lo hacen por principios, sino porque no agarraron puesto en la repartija.

Acuerdos que en la relación Ejecutivo-Legislativo se vuelve pacto de sobrevivencia implícito para durar, aprovechando la resignación de una ciudadanía cansada pero que no por ello claudica en su intención de adelantar elección para renovar a todo el elenco.

Augusto Álvarez Rodrich.

Claro y directo

Economista de la U. del Pacífico –profesor desde 1986– y Máster de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy, Harvard. En el oficio de periodista desde hace más de cuatro décadas, con varios despidos en la mochila tras dirigir y conducir programas en diarios, tv y radio. Dirige RTV, preside Ipys, le gusta el teatro, ante todo, hincha de Alianza Lima.