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Videojuegos

Videojuegos en los que inicias como héroe, pero terminas siendo el villano

Durante el desarrollo e historia de estos juegos, los personajes principales van adquiriendo actitudes opuestas como antagonista.

Del amor al odio hay un solo paso, como también lo es en el caso de ser un protagonista o antagonista. Foto: Reddit
Del amor al odio hay un solo paso, como también lo es en el caso de ser un protagonista o antagonista. Foto: Reddit

Los videojuegos nos tienen acostumbrados a completar una historia llena de villanos y desafíos a los cuales debemos superar en cuanto pasamos cada nivel. A pesar de poder derrotar, e incluso asesinar a otros, en casi todos los títulos los personajes principales inician y terminan como héroes; sin embargo, hay ciertas entregas en las que los papeles se invierten.

Más allá de la faceta de “antihéroe” que se le ha otorgado a ciertos personajes, hay desarrolladores que quisieron dar un giro inesperado en la trama para dejar en shock a los jugadores, convirtiendo a los protagonistas en los principales antagonistas para la parte final de un juego.

En esta nota haremos un repaso de esos títulos que sorprendieron a toda la comunidad gamer, tras convertir a sus héroes en villano de la manera menos esperada.

Assassin’s Creed 3

Esta saga ha tenido diferentes protagonistas a lo largo de sus entregas. Ha distinguido los bandos buenos de los malos con los Assassin’s, quienes desean mantener el mundo a salvo por más de que cueste matar a otros, y los templarios, quienes tienen ideales polémicas que apelan a la destrucción.

En Assassin’s Creed 3 empezamos jugando con un personaje llamado Haytham Kenway, el cual en la posterior entrega, descubrimos que es hijo de un Assassin llamado Edward Kenway. Nadie sospechaba de que el personaje que estábamos controlando en las primeras horas del juego luego se revelaría como un miembro de los templarios de alto rango, y que, para más sorpresa, resulta ser el padre del protagonista de esta entrega.

Silent Hill 2

Este videojuego de horror tiene varios giros inesperados durante su historia; esta segunda edición es la más compleja en cuanto a desarrollo. El protagonista James Sunderland se encuentra con varias personas y criaturas que parecen salidas del mismísimo infierno, pero también se reúne con una mujer muy parecida a su difunta esposa, llamada Maria, quien, según pasan los niveles, muere en varias ocasiones.

Cuando llegamos a la parte final del título, averiguamos que todo lo visto y “vivido” por James era producto de su propia mente intentando castigarlo por lo que ha hecho, lo cual da a entender que fue él mismo quien acabó con la vida de su prometida, ya que no aguantaba verla sufrir a causa de su enfermedad.

Heavy Rain

En este caso, los jugadores ocupan a varios personajes que buscan a un mismo criminal serial llamado el ‘Asesino del origami’. Ethan Mars, Madison Paige, Norman Jayden y, finalmente, Scott Shelby, quieren encontrar al individuo con un diferente propósito; no obstante, cuando se llega casi al final podemos descubrir que Scott era ese sujeto tan buscado.

Al terminar la historia, resulta que Scott estaba buscando al asesino con el único propósito de eliminar todas las evidencias que quedasen, por lo que prácticamente el usuario encubrió a un villano con una estrategia macabra para hacer de las suyas.

Braid

El juego indie de plataformas fue uno de los más curiosos durante 2008, pues casi ningún título había apostado por el poder de volver en el tiempo, así sea por unos segundos. La trama de este videojuego se basa en la búsqueda de una princesa. Con el transcurso de la historia, cada vez hay más cabos sueltos sobre por qué el protagonista busca a dicha dama.

Finalmente, se llega a conocer que Tim no era el salvador de la princesa, sino su captor. En realidad termina siendo una especie de bomba atómica que todos querían para poder destruir el planeta. Esta historia fue comparada, irónicamente, con la del personaje principal de Nintendo, llegando a denominarlo como el ‘Falso Mario’, por hacer casi lo mismo pero con malas intenciones.