Cuentan que en Cajamarca el carnaval empieza a vivirse y sentirse desde el primer día de enero. Es tanta la euforia por la cercanía de esa gran fiesta que una copla inmortaliza el desdén con el que los hijos de esta tierra despiden la última noche del año. Es una copla bien sazona que dice así: A la m… el Año Nuevo, ya llegó mi carnaval. Eso ocurre siempre y no es el exceso de entusiasmo de uno o dos ciudadanos, este canto le ha sido recitado a nuestro enviado especial, Rolly Valdivia, por varios cajamarquinos, incluso por aquellos que no son carnavaleros impenitentes (sí, también existen). Como ya llegó la fiesta, era necesario buscar a algunos personajes emblemáticos, para retratarlos y, de paso, asegurar un lugar donde encontrar cobijo durante los días de jolgorio, porque como dice el profesor Juan Jave, en el carnaval se recibe a todos en casa, hasta a los enemigos.