Al japonés. Pero se hizo. Traductor afirma que se divirtió aunque tuvo problemas con los editores. Tokio. EFE. El Instituto Cervantes de Tokio presentó ayer la primera versión en japonés de Los detectives salvajes junto con sus dos traductores, que hallaron en el lenguaje soez y la diversidad de registros que utiliza Roberto Bolaño la mayor dificultad en su trabajo. Takaatsu Yanagihara y Kenji Matsumoto, los traductores al japonés de la que es la obra más aclamada del escritor chileno, reconocieron que las acepciones de homosexual que utiliza el personaje Ernesto San Epifanio en Los detectives salvajes, como “loca” o “maricón”, fueron la parte más difícil del proceso de traducción. “Tuve que realizar un profundo proceso de investigación para dar con las palabras adecuadas en japonés, pero lo pasé muy bien traduciendo palabras soeces pese a los problemas con los editores”, indicó Yanagihara. Para Matsumoto, la obra de Bolaño es de una gran riqueza lingüística, ya que se vale de muchos tipos de habla en castellano, desde el que utiliza un joven en México hasta el de un español.