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Jóvenes rescatan a cachorro amarrado y abandonado en medio de la nieve

La mascota lloraba desconsoladamente por las heridas que tenía en su cuerpo producto de las fuertes ataduras de la soga y el intenso frío. Su historia es viral en Facebook.

La mascota lloraba desesperadamente producto de las heridas que tenía en el cuerpo. Foto: captura de Facebook/Stray Rescue of St. Louis Official
La mascota lloraba desesperadamente producto de las heridas que tenía en el cuerpo. Foto: captura de Facebook/Stray Rescue of St. Louis Official

Muy pocas historias de perritos abandonados por sus dueños terminan con un final feliz. Sin embargo, este relato ha devuelto la esperanza de que todavía existen en el mundo personas de buen corazón que solo buscan el bienestar y dar mucho amor a pequeños inocentes como estos rescatistas de animales. El video fue publicado en Facebook.

Wezzer fue una de aquellas mascotas que tuvo la mala suerte de ser abandonado en medio de la nieve. Para evitar que siga a sus antiguos dueños, lo amarraron a un viejo poste de electricidad, donde pasó varios días llorando e intentando liberarse.

Producto de los jalones, el can se ocasionó varias heridas en el cuerpo y comenzó a llorar desesperadamente de dolor y de frío al estar a la intemperie. No obstante, unas personas que pasaban por la zona notaron al canino acostado en el hielo y se acercaron para ayudarlo.

Al ver al animalito con los ojos desorbitados y muy triste, decidieron desatarlo, pero el can no quería que ningún humano se le acerque. Es por ello, que uno de los solidarios hombres esperó por varios minutos hasta que el perro se calmara para auxiliarlo.

Tras tratarlo con cariño se ganaron su confianza y el peludo mamífero cedió a que lo ayuden. Momentos después, lo trasladaron a una veterinaria donde notaron que había sido víctima de tortura.

Al estar bajo la nieve, sus heridas se habían agravado y terminaron con infección. Gracias a los cuidados de los responsables de un refugio, Wezzer logró superar sus heridas y hasta se animó a darle un beso a una de sus rescatistas.

Afortunadamente, el pitbull de siete meses de nacido fue puesto en adopción y una generosa familia lo llevó a su casa, donde el engreído tuvo una mejor vida llena de amor y cariño.

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