Sociedad

Policía en Puno recibió EPP que no los protegió de la COVID-19

Evidencias. Personal policial del primer frente de batalla recibió guantes, barbijos, alcohol en spray, que no los protegió del virus. Fiscalía confirmó que no tenían marca ni registro sanitario porque fueron adquiridos sin especificación técnica.

El SO3 Julio F., pide evitar publicar sus apellidos para protegerse de las represalias de su propia institución. A finales de abril de 2020 contrajo el virus y estuvo un mes internado en el hospital Manuel Núñez Butrón.

Ahora ya recuperado sostiene que los altos mandos policiales de Puno, traicionaron a sus colegas que estuvieron en la primera línea contra la COVID-19. Les proveyeron guantes, barbijos, alcohol en spray, entre otros, que en vez de protegerlos, los expuso a la muerte.

Los equipos de protección personal (EPP), al cual hace alusión, fueron los primeros en ser comprados a fines marzo de 2020, en plena emergencia sanitaria y durante la administración del entonces general Adolfo Valverde Arcos. Se invirtió 711 mil soles. El dinero fue desembolsado por el Ministerio del Interior a la X Macro Región Policial de Puno.

Los productos fueron adquiridos sin certificación sanitaria, a costo por encima del promedio del mercado, y cuyo proceso habría estado dirigido para beneficiar a ciertas empresas.

El general Adolfo Valverde, quien fue relevado de su puesto y regresado a Lima, defendió la calidad de los productos adquiridos alegando que él también las usó y no ha tenido problema alguno. Y, con relación a los montos que se pagó por cada producto, indicó que la coyuntura era especial y los proveedores elevaron sus precios debido a la emergencia. Negó cualquier beneficio a privados.

Las compras

A Percy Yañez Rendon, el Frente Policial de Puno, le compró 1600 frascos de alcohol antibacterial de 400 ml de la marca “Jeorgi L.Q”, sin registro sanitario, a 35 soles, cuando en el mercadosu costo era 8 soles.

Se adquirió además 100 mil mascarillas descartables a cuatro soles. En total se invirtió 400 mil soles. Empero el costo real era 1.50 soles. Existe un dato relevante. Quienes proveyeron los cubre boca, están vinculados entre sí familiarmente.

Las primeras 50 mil mascarillas las proveyó Iris del Carmen Campos de la Cruz, por 200 mil soles. Según documentos, compitió con las empresas Word Import de Martín Solano Sosa y Margagu, representada por Gustavo Martínez Gabaldoni. Iris del Carmen Campos y Martín Solano son hija y padrastro, respectivamente.

El padrastro también proveyó a la policía en Puno, en plena emergencia. Martín Solano Sosa, vendió 11 200 spray de alcohol de 120 ml a 15 soles cada uno. Entre él y su hija se llevaron en total 51 % de las compras, que equivale a 368 mil soles. Patricia Navidad Santillán Mori, proveyó las otras 50 mil mascarillas a 4 soles cada una.

Similares observaciones se registra en el jabón de tocador, papel toalla y papel higiénico.

Investigación

La Fiscalía Anticorrupción de Puno, investiga el caso bajo la figura de Colusión Agravada. Según informes preliminares, habría concertación entre todos los involucrados para la comprando productos de mala calidad y con sobrecosto. Para la fiscalía se habría causado perjuicio al Estado, y a la vez se desprotegió a los efectivos que estuvieron en las calles haciendo cumplir las medidas sanitarias.

En la investigación, la fiscalía detectó, por ejemplo, que los barbijos se adquirieron sin especificación técnica. Según los fiscales a cargo del caso, para las circunstancias, se requerían que los cubrebocas sirvan para proteger de las partículas diminutas, que permanecen en el aire durante varios minutos u horas. El que fue adquirido era de una tela que no cumplía tal exigencia. Lo propio sucedió con el alcohol antibacterial y el alcohol en spray. Todos los productos se adquirieron sin especificación técnica alguna.

La Contraloría, por su parte, detectó en sendos informes que los guantes, barbijos y otros, repartidos, no tenían marca. La información quedó al descubierto cuando se intervino diversas comisarías de la región Puno.

Julio Flores recordó que cuando él y sus compañeros se percataron que la dotación que le dieron los exponía al peligro, decidieron tomar sus propias precauciones. Se compraron sus propios implementos de protección.

El Ministerio Público, cuenta con pericias químicas que dan cuenta que el alcohol en la composición del spray y el gel antibacterial, repartido a los policías, no eran productos de calidad acorde a la necesidad de su compra. Los barbijos tampoco cumplieron su fin protector.

Según la Fiscalía Anticorrupción, a nivel nacional, 80 miembros de la Policía, están investigados por las compras de EPP durante los primeros meses de pandemia. De este número trece son generales de diversas regiones policiales. El ex jefe policia de Puno, general Adolfo Valverde, es uno de los investigados junto al mayor Ángel Rojas Ordóñez, entonces jefe de abastecimientos de la X Macro Región Policial de Puno.

En el marco de las investigaciones, a nivel nacional, se allanó viviendas de diversos altos mandos policiales, personal administrativo y casa de proveedores. Entre los inmuebles intervenidos se encuentran los de los proveedores Martín Solano Sosa y Gustavo Martínez Gabaldoni.

SOBRE EL AUTOR:

Periodista egresado de la Universidad Nacional del Altiplano de Puno. Actualmente videorreportero de la Unidad de Respuesta Periodística Inmediata de La República (URPI-LR).