Cusco: cuando las autoridades pierden respaldo ciudadano
Falta de apoyo. Vacancia y revocatoria amenazan a varias autoridades a dos años de gestión. Una crisis de legitimidad.
- Cabecilla de 'Los Pulpos' ofrece S/80.000 por asesinar al coronel Revoredo
- Universidad pública de SJL ya tiene terreno luego de 13 años
Un gran número de autoridades nacionales, regionales y locales, que iniciaron sus gestiones adornados con pica pica y serpentinas y levantados en hombros, terminan su mandato con un rechazo ciudadano mayoritario, cuando no perseguidos por la justicia.
Actualmente en Cusco una decena de alcaldes podrían ser sometidos a consulta popular de revocatoria, otros tienen sobre sus cabezas pedidos de vacancia, y la mayoría tiene un nivel de popularidad bajo. El desencanto ciudadano con sus autoridades aparece cada vez más rápido y se torna mayoritario. Así, los alcaldes o gobernadores o congresistas se convierten en poco tiempo en los más rechazados.
¿Por qué ocurre eso? Algunos lo atribuyen a la falta de eficiencia para resolver los problemas ciudadanos, poca legitimidad dado que son elegidos con baja votación y la forma en que los gobernantes o sus gestiones rápidamente son objeto de denuncias por corrupción o aprovechamiento.
El exconsejero regional, Alaín Alanoca, considera que la conducta deshonesta y la poca capacidad de las autoridades y sus funcionarios conducen al descrédito. “Creen que tienen patente de corso para hacer lo que quieren. Y el efecto es perder legitimidad. Son especialistas en dirigir procesos, acomodando los términos de referencia de contratos CAS, entre otros. Se han vuelto especialistas en sacar la vuelta a las leyes”, señaló.
Hay ejemplos de sobra. Semanas atrás, los pobladores de varios distritos de Canchis, Espinar, La Convención conformaron sus comités de revocatoria porque los alcaldes no cumplieron sus promesas de campaña.
Días atrás, el alcalde de Canchis, Jorge Quispe, fue detenido por encabezar la banda criminal “Los curacas del sur” que negociaba con licitaciones y puestos de trabajo en la municipalidad. Un par de semanas antes, Marcos Ibarra fue vacado del cargo porque usó recursos de la municipalidad de Chumbivilcas para pagar deudas a sus financistas. Asimismo, la procuraduría nacional reveló que el gobernador, Jean Paul Benavente, tiene cuatro investigaciones fiscales en curso por presuntos actos irregulares.
El otro problema
La otra causa de que las autoridades pierdan respaldo ciudadano es su elección. La mayoría de gobernantes elegidos no tuvo más del 40% de respaldo. Es decir, fue la victoria de la minoría (ver enfoque).
Por ejemplo, el gobernador regional, Jean Paul Benavente, pasó a segunda vuelta con el apoyo de 87 mil 472 de 981 mil votantes. Solo el 14.89%. Benavente ganó en el balotaje.
El alcalde del Cusco, Víctor Boluarte, por ejemplo, fue elegido con apenas 40 mil 821 votos (19.68%). El ahora detenido alcalde de Canchis, Jorge Quispe, obtuvo la victoria con 24% de los votos. Y el burgomaestre de Espinar, Lolo Arenas, que será sometido a un proceso de revocatoria, logró el apoyo del 11 mil 730 electores (37%).
Lo que mal empieza, mal acaba
Las razones por las cuales las autoridades acaban su mandato con escasa aprobación y con el rechazo casi unánime de la población, podría encontrarse en el origen de su elección. Ninguno de los alcaldes provinciales y distritales y ningún gobernador regional ha alcanzado, en los últimos 20 años, siquiera rozar el 40% de votación.
Si bien ese porcentaje es muy pobre, al menos se podría considerar que, con una buena gestión, se llegaría a alcanzar el respaldo de la mitad del electorado. Sin embargo, apenas han superado los dos dígitos.
