Audio revela que Benavides tiene 'topo' en Eficcop
Precio del dólar HOY, viernes 10 de mayo
Sociedad

Más ambulantes, más fiscalizadores: ¿es una correcta estrategia para solucionar el comercio ambulatorio?

Los municipios siguen realizando operativos para erradicar el comercio informal, una problemática que lleva décadas en nuestro país sin ser solucionada y que ha cobrado relevancia tras la pandemia.

Ambulantes en Lima Metropolitana durante la pandemia son expulsados de las calles. Foto: Melissa Merino y Cristian Aquino/La República.
Ambulantes en Lima Metropolitana durante la pandemia son expulsados de las calles. Foto: Melissa Merino y Cristian Aquino/La República.

A más de 160 días desde que se decretó la emergencia sanitaria en el Perú, la situación de los comercios ambulatorios se ha convertido en uno de los principales problemas a enfrentar desde los municipios. Por ello, las comunas incrementaron el número de operativos y la cantidad de sus fiscalizadores.

El pasado 21 de agosto, la Municipalidad de Breña realizó una intervención para retirar a los ambulantes ubicados en la avenida Alfonso Ugarte y calles aledañas. Estas acciones se han repetido en varios puntos de la capital, donde el problema del comercio ambulatorio ha cobrado mayor relevancia durante la pandemia.

Ambulantes

Ambulantes

El contexto detrás del comercio ambulatorio en Lima

Durante la última semana, el Municipio de La Victoria anunció la incorporación de 568 reservistas de las Fuerzas Armadas a las filas del Grupo de Recuperación de Espacios Públicos. Estos se encargarían, según indica la entidad, del “orden del distrito”.

Pese a que las calles del emporio comercial de Gamarra cuentan con constante vigilancia por parte de los fiscalizadores municipales, ello no ha significado la solución del comercio ambulatorio. Vendedores de ropa y comida distribuidos en los alrededores son muestra de ello.

Para estos vendedores, la reubicación en galerías de la zona no ha sido una medida acorde a sus necesidades. Según manifiestan, son pocas las personas que ingresan a comprar en los altos pisos de los edificios, por lo que prefieren seguir en las vías públicas.

“Los mandan al tercer o cuarto piso, donde no hay venta. ¿Cómo vamos a vender si es alto? Tiene que ser primer o segundo piso. Dicen que tres meses no vamos a pagar, pero cómo, si no se puede vender. Yo sugeriría que nos den un lugar donde se pueda vender”, comenta Rina (46), vendedora ambulante de mascarillas.

El gerente de Desarrollo Económico de la Municipalidad de La Victoria, Álex del Río, explicó a La República que 700 personas han sido beneficiadas con un espacio dentro de las galerías. En algunas de estas, hay ascensores y los vendedores han sido ubicados en el segundo piso.

El funcionario precisó también que se han habilitado 7.000 puestos para los comerciantes, cuyas inscripciones se realizan de manera gratuita, pero aclaró que el municipio solo actúa como intermediario, pues se trata de un acuerdo entre privados.

Sin embargo, al igual que en otros distritos, las autoridades municipales también han optado por las medidas represivas. Aunque La Victoria no está expulsando con rigor a los comerciantes en estos días, una medida como esta sí está en sus planes.

Para el economista César Sanabria, la solución no sería el refuerzo de la fiscalización, sino “encontrar espacios de manera descentralizada para que puedan vender, ya que son tiempos complejos”. Agrega que se trata de un “problema estructural” y que las medidas no han sido las adecuadas.

Asimismo, advierte que si se expulsa a los comerciantes de las calles, también habría consecuencias para los consumidores. “Por el lado de la demanda, el shock va a ser fuerte. Habrá gente que dejará de comprar los bienes o los servicios que ofrecen los ambulantes. Entonces, no queda otra salida que buscarles espacios”, sostiene.

El historiador Jesús Cosamalón, en una entrevista a La República, consideró también que la informalidad en nuestro país no se ha podido reducir debido a la ausencia de incentivos y la rigidez burocrática que tiene el Estado para abordar esta problemática. En esa línea, explicó la necesidad de establecer políticas públicas y no soló intentar erradicar el comercio ambulatorio trasladándolo de un lugar a otro.

“El problema se está enfocando solo desde el lado de la oferta, sin entender la demanda. Por ello, también se debe gestionar el flujo de demanda, entender por dónde pasa la gente, porque eso es lo que atrae a los vendedores. Si se desplaza a un ambulante de un sitio, simplemente, va a buscar otro donde haya flujo peatonal para instalarse”, precisó el director de Maestría en Historia de la Pontificia Universidad Católica de Lima.

Quienes venden comida al paso atraviesan una situación difícil. Según comenta Edith (40), vendedora de frituras, los ingresos que perciben en una coyuntura como esta no ha sido suficiente. “La gente se ha quedado misia”, expresa.

Los comerciantes estarían a la espera de que se les reubique en algún predio amplio, donde cada vendedor pueda ofertar sus productos. Todo parece indicar que mientras esta medida no se aplique, continuarán instalados en las calles siendo foco de contagios de coronavirus.

Gamarra

Gamarra

Sanabria explica que el comercio ambulatorio suele ubicarse cerca de los mercados. “Es muy fácil encontrar cerca de Gamarra venta de ropas o cerca de Wilson, cosas derivadas de computación. Es un tema de la ciudad, pero la ciudad está gobernada por alcaldes y ellos tienen que dar el espacio”, afirma.

Una posible solución del economista es que se usen los colegios, que van a estar cerrados por un tiempo indefinido por la pandemia. “Pero con la condición de que no se queden, porque no todos son buenos. No se vayan a querer quedar en los colegios”, comenta.

Municipio de La Victoria alista “megaoperativo”

Álex del Río confirmó que están preparando un “megaoperativo”, con la finalidad de erradicar completamente el comercio ambulatorio del distrito. Para el funcionario, esta medida resolverá el problema de los vendedores de la calle.

“Definitivamente eso es lo que vamos a lograr con este operativo, de manera coordinada con la Policía Nacional y con las Fuerzas Armadas, porque ya hemos hecho un trabajo preventivo”, comenta Del Río. Para ello, se ha hecho uso de cámaras para detectar dónde hay más aglomeraciones por comercio ambulatorio.

“Nosotros tenemos cámaras y constantemente podemos identificar cuáles son las zonas más álgidas de comercio ambulatorio. Por eso, hemos armado un plan que nos va a servir en el megaoperativo que vamos a hacer en el distrito de La Victoria”, detalla.

Cabe resaltar que los ambulantes de La Victoria no pertenecen en su mayoría a ese distrito, sino que el 90% llega desde otras zonas de la capital, según el funcionario. “Las municipalidades tienen que poner su granito de arena e impulsar la formalización de los comerciantes que vienen de sus propios distritos”, indica.

Por el momento, los agentes de fiscalización solo están procurando que los comerciantes no se aglomeren en las calles. Por otro lado, tampoco se están arrebatando sus productos. Para Del Río, eso estaría dando lugar a que los ambulantes hagan caso omiso de las indicaciones del Municipio.

Comercio ambulatorio en Breña

En el centro de la ciudad, en las calles cercanas a la avenida Alfonso Ugarte, también se ha visto una gran afluencia de vendedores ambulantes. Ante esta situación, el municipio de Breña realiza constantes operativos peinando la zona y expulsando a los ambulantes.

El fin de semana pasado, las fuerzas del orden edil acudieron a la zona para expulsar a los comerciantes. No obstante, continúan ocupando la vía pública, pese a que sus productos son arrebatados en los operativos.

Los ambulantes de esta zona se dedican en gran parte a la venta de artículos de protección por la pandemia, como alcohol y protectores faciales. Pero los ingresos no son los adecuados, pues cada comerciante gana entre 10 y 20 soles por día.

“En esta parte hay venezolanos y peruanos. Cuando viene el serenazgo, a veces se llevan la mercancía. Me ha tocado salir corriendo para que no me agarren. Hay otros a los que sí les dicen ’avanza’”, cuenta José (48), quien perdió su trabajo como vigilante a raíz de la pandemia.

Su compatriota Iris Escalante era profesora antes de llegar a Lima para vender en las calles. Ella también ha tenido que escabullirse durante los operativos. “La última vez me quitaron los banquitos, pero a una compañera le quitaron su carrito con golosinas”, cuenta.

Personal de fiscalización se ubica en las calles aledañas a Gamarra.

Personal de fiscalización se ubica en las calles aledañas a Gamarra.

En otro lado de la calle, un hombre de 62 años se gana la vida vendiendo artículos de protección. Él también recuerda cómo las autoridades los han reprimido. “Hasta ahora, nadie nos ha hablado de reubicación. A veces, vienen y nos sacan de aquí, pero más nada”, cuenta.

Las cifras de la pérdida de empleo en Lima Metropolitana

Según las cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la población económicamente activa (PEA) en Lima Metropolitana entre mayo y julio de este año ha sido de 3 510 000. En comparación con el mismo periodo del año pasado, se redujo en un 32,8%.

Entre mayo y julio de este año, la PEA ocupada en Lima Metropolitana llegaba a 2 935 300 personas. Esta cifra representa un 40,2% menos que los que había durante el mismo periodo en el 2019. Es decir, 1 972 900 se quedaron sin empleo.

Gamarra

Gamarra

Las trabajadoras han sido las más perjudicadas. Las cifras del INEI indican que el total de mujeres con trabajo se redujo en un 43,2%. Por otro lado, el 37,6% de los varones también sufrió la pérdida de su ocupación. En el global, el 40,2% de la PEA ocupada de Lima perdió su empleo con respecto al periodo mayo-julio del 2019.

A todo ello se suma que la tasa de desocupación creció en un 83% si se comparan los periodos ya referidos. Además, la tasa de desempleo se incrementó en un 10%.

La pandemia del coronavirus habría sido el principal factor para que se reduzca la actividad económica formal de las personas. Así lo indica un informe de la Defensoría del Pueblo, entidad que recomienda tomar medidas a corto y mediano plazo para ayudar a la población.

En el mismo informe se lee que los bonos entregados por el Gobierno no han tenido gran efecto. Sanabria comparte esta misma opinión, pues los subsidios no han llegado a cubrir las necesidades de la ciudadanía de bajos recursos.

Por ahora, todo apunta a que el problema del comercio ambulatorio en Lima Metropolitana está lejos de encontrar una solución, y que la represión no ha tenido el efecto buscado por las autoridades. A ello se suma la necesidad que atraviesan los comerciantes informales.