Sociedad

Indígenas amazónicos cierran sus comunidades para defenderse del COVID-19

Señalan que la falta de servicios de salud al cual acudir ante la aparición de síntomas los ha obligado a tomar esta decisión.

Las comunidades nativas amazónicas han optado por cerrar sus territorios.
Las comunidades nativas amazónicas han optado por cerrar sus territorios.

Ningún extraño puede ingresar a sus territorios ni navegar por sus ríos. Así viven la cuarentena, aunque sin portar mascarillas porque no disponen de ellas. Piden crear un protocolo de seguridad sanitaria para el ingreso de autoridades ediles que llevarán las canastas de víveres determinadas por el gobierno central. Se reconocen vulnerables y temen ser contagiados.

Al no tener puestos de salud, mascarillas, medicinas, ni médicos que los auxilien, las comunidades nativas amazónicas han optado por cerrar sus territorios para evitar ser atacados por el coronavirus.

Uno de los primeros en hacerlo fue el pueblo awajún de Amazonas y Loreto. Ellos bloquearon la carretera que cruza las dos regiones, desde la comunidad de Paantam en la provincia amazonense de Condorcanqui, hasta Saramiriza, jurisdicción de la provincia loretana de Datem del Marañón. Esto con la finalidad de evitar el paso de camiones que parten de Chiclayo con productos que son comercializados en el trayecto.

La acción fue replicada por los indígenas que conforman la Federación de Comunidades Nativas del Corrientes (Feconacor), en Loreto, donde han cerrado sus fronteras, incluido los ríos, con la ayuda de ronderos. Ningún extraño tiene acceso.

“Aquí tenemos que defendernos nosotros mismos porque no contamos con un centro médico. Nadie entra a la comunidad y nuestros hermanos solo se desplazan para ir a sus chacras. Tampoco salen del territorio a comprar aceite, azúcar o arroz; se están alimentando con productos de la zona como plátano, yuca y pescado. Aquí no hay beneficiarios del bono de 380 soles que ha dado el gobierno. No sé por qué las zonas rurales no han sido consideradas”, cuestionó el presidente de Feconacor, Carlos Sandi.

Demandan protocolos

Al sur de la amazonia, en Madre de Dios, la situación es similar. Ahí, el presidente de la Federación Nativa del Río Madre de Dios (Fenamad), Julio Cusiriche, refirió que los pueblos de las etnias shipibo, harambut, machiguenga, yine, kichuaruna, amahuaca y ese’ejja de esta cuenca también han decidido cerrar sus comunidades a citadinos.

Ahora que el gobierno central ha dispuesto que los alcaldes se hagan cargo de la entrega de canastas de víveres a las familias más pobres que cumplen la cuarentena, Cusiriche solicitó la creación de un protocolo sanitario de alta seguridad para que los funcionarios ediles ingresen a las comunidades indígenas y no los contagien ya que se trata de pueblos vulnerables.

“Si les van a llevar las canastas tienen que cumplir con el protocolo. Si les van a dar el bono de 380 soles hay que entender que los productos se compran en las ciudades y mis hermanos no pueden ir a los mercados. Creemos que hay que hacer una sola gran compra para que no tengan que salir de sus comunidades y correr el riesgo de contagiarse en la ciudad. Pedimos que haya una coordinación para reducir el peligro”, precisó.

En cuanto a la ausencia de puestos de salud implementados, manifestó que es la oportunidad para revertir esta situación. Asimismo, solicitó a los cooperantes de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), organización matriz de los pueblos indígenas, que apoyen con alimentos a estas comunidades que están luchando por no infectarse con esta pandemia.

Dengue y coronavirus

Sobre lo que pasa con los pueblos ashaninka, asheninka, nomatchiguenga y yanesha en la selva central, la secretaria de actas del consejo directivo de Aidesep y también vicepresidenta de la Central Ashaninka del Río Ene, Ruth Buendía, informó que en las provincias juninenses de Satipo, Pichanaqui y Chanchamayo, donde hay cerca de 1,200 comunidades nativas, están combatiendo el dengue y el coronavirus con medidas estrictas.

“Se han cerrado los ingresos y salidas. El mercado de Satipo atiende de 6 de la mañana a 12 del día. Muy pocos van, todos permanecen en sus casas. Me preocupa la población, la mayoría es de extrema pobreza y por lo tanto vulnerable. No sabemos oficialmente si hay infectados porque los resultados de las pruebas de descarte demoran en llegar”, reportó la dirigente.

En tanto, Aidesep y sus nueve organizaciones de base preparan propuestas sobre mecanismos para acercarse con ayuda a las comunidades indígenas de la amazonia y evitar que estas visitas puedan llevar también contagio.

Antes, las federaciones de las cuencas loretanas del Corrientes, Tigre, Pastaza, Marañón y Chambira habían señalado en un pronunciamiento que saludaban las medidas tomadas por el Ejecutivo para detener el coronavirus. Pero también exhortaron al presidente Martín Vizcarra a que considere en sus decisiones las particularidades de los pueblos nativos y que el Ministerio de Salud coordine con las organizaciones indígenas sobre la difusión de información respecto a la prevención del COVID-19 y los planes de acción a seguir ante la sospecha o confirmación de casos.