Defensoría asume defensa de mujer por ‘muerte digna’

Ana Estrada Ugarte, psicóloga de 42 años, padece polimiositis, una enfermedad irreversible, crónica y degenerativa que paraliza progresivamente los músculos del cuerpo. Ella, que vive hace 30 años con este mal, se ha convertido en la primera ciudadana que le pide al Estado respetar su voluntad de decidir en qué momento le pondrá fin a su vida. Ana es la pionera en la lucha porque se reconozca el derecho a la muerte en condiciones dignas. Busca que esta “muerte digna” ya no sea un delito y, por eso, ha decidido judicializar su caso hasta llegar al Tribunal Constitucional (TC).

A ello se ha sumado la Defensoría del Pueblo, que ha decidido asumir el caso ante los tribunales nacionales “para que se respete y garantice la voluntad libre e informada de una persona de decidir el cese de su vida, cuando ante ciertas condiciones, como ocurre en este caso, se afecta grave e irreversiblemente su dignidad humana”.

El defensor del Pueblo, Walter Gutiérrez, señaló que en el Perú no hay un marco normativo que permita la “muerte digna” y que el Código Penal sanciona como delito el homicidio piadoso que supone el acto de “matar, por piedad, a un enfermo incurable que solicita de manera expresa y consciente poner fin a sus intolerables dolores”.

“El TC ha reconocido derechos fundamentales íntimamente vinculados con el derecho a la muerte en condiciones dignas (...). Una interpretación en favor de la persona hace inevitable concluir que el Estado debe reconocer, proteger y garantizar el derecho de las personas aquejadas de sufrimientos por una enfermedad degenerativa e irreversible”, dijo Gutiérrez tras reunirse con Estrada.

Al respecto, Ana manifestó estar contenta con la medida anunciada por la Defensoría. “Me da muchas esperanzas y estoy muy feliz y agradecida sobre todo”. Además, señaló que la normativa peruana “debería incorporar el derecho a la muerte digna”. “Es un tema que se va a debatir y espero que los congresistas y postulantes lo tomen en cuenta”.