Extraditan a narco italiano que captaba burriers en Perú
Aristide Canessa llegó al aeropuerto Jorge Chávez procedente de Londres, custodiado por agentes de la Interpol. Fue recluido en el penal Ancón II.
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El narcotraficante italiano, Aristide Canessa, acusado de liderar una mafia napolitana que captaba a burriers para transportar cocaína a Europa, fue extraditado al país para ser interrogado por los jueces de la Corte Superior de Justicia del Callao.
Canessa, arribó a las 5.55 am al aeropuerto internacional Jorge Chávez en el vuelo 2485 de la compañía aérea Latam, en medio de un importante operativo de seguridad ejecutado por agentes de la Interpol.
Luego fue trasladado a la Segunda Sala Penal Liquidadora y finalmente confinado en una celda unipersonal del penal Ancón II. El presunto narcotraficante permanecía detenido en una prisión de de Londres, la capital y mayor ciudad de Inglaterra y del Reino Unido.
Así se cumplió su extradición a pesar de los esfuerzos por retenerlo en ese país de su familia y abogados.
La historia de este presunto mafioso se inició en nuestro país el 10 de febrero del 2008, cuando fue detenido en el aeropuerto Jorge Chávez el italiano Pasquale Palmiero con 7 kilos 660 gramos de cocaína ocultos en una maleta de lona. Ese día iba a viajar a España.
Al ser interrogado, este burrier confesó que había sido captado en Londres por Aristide Canessa y Marco Belfiori.
En el 2016 se elaboró con la Fiscalía de la Nación, Poder Judicial, Inpe e Interpol un protocolo de seguimiento del cumplimiento de garantías penitenciaria en el marco del proceso de extradición activa con el Reino Unido.
El 17 de julio pasado la autoridad central británica del Reino Unido –Home Office- comunicó que el narcotraficante sería entregado en extradición a las autoridades peruanas. El miércoles culminó el proceso.
Agentes de la Dirandro revelaron que esta mafia era una de las más importantes de Europa que captaba a burriers para que sacaran droga de nuestro país en la modalidad de burriers.
No importaban las profesiones. Pueden ser albañiles, cocineros, camareros, electricistas, pintores, actores, mecánicos, enfermeras, profesores y hasta personas con carreras universitarias como ingenieros.
Lo que buscaban era gente vulnerable, que no tuvieran trabajo para que no rechazaran la oferta de 5500 dólares para llevar cocaína a Europa, principalmente a España.
Los principales requisitos que debían tener las potenciales ‘mulas’ eran el desenvolvimiento para aparentar ser turistas y una tranquilidad a prueba de controles policiales.
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