Reveses, críticas y arrogancias
Fiscalía lava jato hace un gran trabajo, pero no es infalible.
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Los reveses recientes de la fiscalía lava jato no deberían reducir el apoyo social que sus miembros requieren, pero sí reforzar el espíritu crítico sobre sus decisiones, algo que no ha sido frecuente y que los ayudaría mucho.
En los últimos días esa fiscalía ha tenido más de un traspié, especialmente el fiscal José Domingo Pérez.
Está el frustrado intento de cambiar el arresto domiciliario por prisión preventiva a Pedro Pablo Kuczynski por unas reuniones ‘políticas’ o ‘sociales’ que el juez rechazó y cuya sustentación desnudó la debilidad de la solicitud, dejando la impresión de algún ensañamiento o politización.
Asimismo, la fiscal de la nación Zoraida Ávalos archivó la investigación a diez congresistas de FP por hostigamiento e intimidación a Pérez en el allanamiento del local partidario en diciembre 2017, mientras que el registro a algunas casas esta semana también tuvo complicaciones.
Y también se declaró infundada la denuncia de Pérez contra el jefe de la unidad de extradiciones por impedirle preguntar a Odebrecht sobre ‘AG’.
Los fiscales lava jato reciben una gran presión, incluyendo el intento desde su propia institución para destituirlos, como quiso Pedro Chávarry en año nuevo, o los ataques descarados desde el congreso fujiaprista.
Pero ellos han seguido con tenacidad en su esfuerzo, lo que les ha valido el respaldo del 66% de la gente, y un amplio y justificado reconocimiento.
Esto, sin embargo, puede haber generado alguna soberbia, como cuando Pérez dice, saliendo del juzgado que evidenció la descoordinación sobre la colaboración eficaz en los casos de José y Hernando Graña, que las críticas a su trabajo son ataque de corruptos.
Tenía razón Ricardo Uceda cuando escribió hace dos meses que “el escrutinio periodístico judicial requiere un criterio propio, con postura independiente ante el conflicto de cada caso. Es difícil porque requiere investigar, y eso demanda recursos. Además, existe el riesgo de perder fuentes. Salvo que comprendan que sus casos también salen beneficiados con la crítica”.
De paso, el hecho de que los jueces no siempre le den la razón a los fiscales, debilita el argumento fujimorista de una justicia sin independencia.
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