Una gestión marcada por el escándalo. Antes de jurar como Fiscal de la Nación le pidieron que esperara hasta que su situación en el caso CNM-audios se aclarara. Duró poco más de seis meses en el cargo. Tomaría un periodo de vacaciones.,Desde que Pedro Gonzalo Chávarry asumió la Fiscalía de la Nación, cuestionables decisiones llevaron a su pronta renuncia reclamada por los ciudadanos. Antes de que ocupara el cargo de manera oficial (en junio), ya estaba cuestionado. Se había ventilado la transcripción de una conversación suya con el ex juez supremo César Hinostroza (detenido en España). PUEDES VER Pedro Chávarry: ¿qué otros casos existen de suspensión de colegiatura por el CAL? La nueva fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, le sugirió que no asumiera todavía, al menos hasta que el asunto se aclarara. El fiscal supremo Pablo Sánchez respaldó la idea y propuso que Ávalos podía asumir mientras tanto. Claro está, Chávarry no hizo caso a la sugerencia. Alegó, entonces, que no había más grabaciones. Luego saldrían a la luz otros audios suyos con Hinostroza. "(Su caída) se produjo poco a poco", explicó una fuente del Ministerio Público. Lo que disparó la indignación ciudadana –y que apuró la reacción del gobierno, con el proyecto que buscaba declarar en emergencia al Ministerio Público– fue cuando, en la noche del 31 de diciembre, Chávarry anunció que no renovaría a los fiscales Rafael Vela y José Domingo Pérez en el caso Lava Jato. Una versión señala que esta decisión –que multiplicó las protestas en las calles– terminó perjudicando las pretensiones de Keiko Fujimori de salir libre. Esto porque la apelación que presentó para recuperar su libertad, aparentemente, le iba a ser favorable. El temor a que la excarcelación de la lideresa de Fuerza Popular aumentara la crisis –de acuerdo con esta versión– terminó reteniéndola en el penal de Chorrillos. Un traspaso tenso Chávarry dio ayer una entrevista a la periodista Milagros Leiva. Dijo que no renunciaría a ser fiscal supremo. Sigue siendo investigado por su presunta relación con la organización de los "Cuellos Blancos". La República publicó en su edición del 29 de diciembre que, según el informe de la fiscal del Callao Sandra Castro, un colaborador (identificado con clave FPCC 1308-2018) declaró que uno de los objetivos de la red de Hinostroza era "tomar la Fiscalía" por intermedio de Chávarry y del fiscal supremo Tomás Gálvez". Además, señaló que Hinostroza y el entonces presidente del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), Guido Aguila, conversaron con el otro fiscal supremo, Víctor Raúl Rodríguez Monteza, a fin de "asegurar su voto" para Chávarry. Una de las hipótesis que se maneja en el MP es que Chávarry, Hinostroza y los involucrados en los audios ya sabían que sus comunicaciones estaban siendo intervenidas; bajo esa lógica, Chávarry –y los demás– pensaban que su elección como fiscal de la Nación podría ayudarlos. En todo caso, las investigaciones tendrán que descartar o confirmar la responsabilidad de Chávarry en el esquema. El martes, el ahora ex fiscal de la Nación leyó a los demás fiscales supremos su carta de renuncia. Fue un momento tenso. No hubo mayor réplica de los presentes. Por ser el más antiguo, Sánchez asumió la responsabilidad de manera momentánea porque, como se sabe, declinó en favor de Ávalos. Un detalle interesante es que ese mismo martes se propuso que se votara de una vez y que Ávalos asumiera la Fiscalía con ese respaldo. Sin embargo, como la votación es secreta, no se podía asegurar el resultado. Frente a la posibilidad de que de nuevo alguno de los fiscales mencionados en los audios terminara como titular del MP, se rechazó la idea. Una opción es que cuando la Junta Nacional de Justicia esté operativa se ratifique a Ávalos con los votos de una nueva junta de fiscales supremos, en la que, se entiende, no estarán Chávarry, Gálvez, ni Rodríguez Monteza. Por ahora, fuentes del MP comentaron que Chávarry tomaría vacaciones. Tiene algunos meses acumulados. Dice que les pagaron a manifestantes - Pedro Gonzalo Chávarry, el ex fiscal de la Nación, señaló que su renuncia al cargo se produjo luego de que fuera víctima de una campaña en su contra, impulsada por organizaciones no gubernamentales y otras instituciones, a las cuales, y sin resentar prueba alguna, acusó de haber pagado las movilizaciones del 31 de diciembre en las que se exigió su salida. - "Yo sé, por experiencia, que estas marchas fueron pagadas porque la gente no sale a reclamar por procesos o por el debido proceso. Son abonadas por una ONG o alguna institución", dijo en ATV. - Luego, través de su Twitter, el fiscal supremo indicó que se estaba refiriendo "a los muchachos venezolanos que estuvieron en los alrededores de mi domicilio".