Irrita sobremanera la combi asesina, por Mirko Lauer

El paro en curso también debe ser visto como la resistencia a un, digamos, modelo de negocios en plena expansión: los criminales se ubican al lado de los negocios formales y les van quitando el territorio mediante la violencia

El paro de los transportistas de 2024 da la impresión de ser el inicio de muchas cosas. La más importante de ellas es la percepción de que la delincuencia y el Estado son parte de un mismo problema. En otras palabras, hoy el gobierno enfrenta un problema de control del crimen violento, y la extorsión de los transportistas es solo una de sus facetas.

Es interesante advertir que tanto las empresas amenazadas y baleadas como las autoridades coinciden en ver el origen del problema delictivo en el transporte informal. Las empresas incluso sienten que esa informalidad es la que despacha a los criminales contra sus unidades, y algunas lo expresan. En tal medida, el paro también es contra la informalidad.

Lo que es preciso tener en cuenta es que la culpa del gobierno (este y los anteriores) radica en no poder frenar el transporte informal. A eso convergen todo tipo de argumentos: la combi asesina es indispensable, la PNP los captura y la justicia los suelta, la informalidad mantiene los precios bajos y la flexibilidad de las rutas. Un argumento no expresado es el miedo a las bandas internacionales.

El paro en curso también debe ser visto como la resistencia a un, digamos, modelo de negocios en plena expansión: los criminales se ubican al lado de los negocios formales y les van quitando el territorio mediante la violencia. Son los mismos hampones que buscan sustituir a la formalidad en la minería de La Libertad, por ejemplo.

El Estado peruano no es un verdadero enemigo de la informalidad. No lo es por ineficiencia, corrupción o el imperio de la idiotez en los ministerios. Lo oficial, a todo nivel, tiene sus propias modalidades extorsivas. El paro, esencialmente una protesta de empresarios que tributan, también es contra esas discretas modalidades.

¿Funcionará este paro? Todavía no. Pero, como el inicio de una cadena de paros surgidos del hartazgo frente a la criminalidad, puede ser muy importante. Ahora que se empieza a extorsionar hogares de puerta en puerta en muchas zonas populares, la desesperación y la protesta de masas pueden empezar a mostrar nuevos rostros.

Con su engolada frase “nos llama sobremanera la atención”, el ministro Gustavo Adrianzén confirma que no tiene nada que decir sobre el problema, solo criticar a las víctimas que protestan. En verdad, se necesita más y mejores paros.

Mirko Lauer

Observador

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).