Oscuro Lexus de mediodía, una policial, por Mirko Lauer

Un elegante Lexus negro deslizándose temprano por la Panamericana Sur, desde el balneario de Asia hasta más allá de Chincha, con un político prófugo de la justicia y casi seguro agente cubano a bordo. Literalmente, un caso policial. ¿Qué hacía el vehículo presidencial por esa zona de playas en pleno febrero? Dina Boluarte dice que fue una excursión familiar, la visita a una íntima amiga. No hay manera de creerle.

Ya antes hemos visto un ejercicio similar de mendacidad, que consistió en convertir una situación reprobable en una inocente. La posesión de unos costosos relojes Rolex fue transformada en el “préstamo de un amigo”, con la promesa de que las investigaciones aclararían el asunto; siguen intentando. Esta vez, un sospechoso periplo en auto oficial se convierte en un “viaje familiar”.

Para que su versión del Lexus negro se sostenga mejor, Boluarte ha prohibido las investigaciones sobre su desplazamiento, y el de otros autos presidenciales. El propio alto mando de la PNP reclama que se permita hablar a los policías con algo que decir sobre el asunto. El ministro del Interior guarda un conspicuo silencio, al unísono con Cerrón.

Parte de la estrategia Lexus de Boluarte consiste en ataques a la prensa, a la que llama fabuladora. Mala política, pues eso excita el celo del periodismo de investigación, que ve grandes oportunidades en la fuga hacia adelante presidencial. Por lo pronto, la fuga transitoria a la ONU fue atajada por el Congreso.

Sin embargo, los relojes de lujo y el auto fino resultan temas menores junto con los muertos que inauguraron este gobierno, y que siguen ocupando tumbas inquietas. Cabe sospechar que los ataques al Poder Judicial son una de las causas por las que esa investigación avanza con lentitud. Aunque dicha pesquisa no va a desaparecer por sí sola, pues es uno de los garrotes con los que el Congreso controla a la presidencia.

El público quiere saber qué viaje familiar fue ese, quiénes participaron, quién puede dar fe del exótico itinerario y, sobre todo, por qué el tema desagrada tanto en Palacio. Y en la PNP, ¿alguien ha hecho un barrido buscando huellas digitales? ¿Un automóvil tan importante y moderno no está vinculado a un sistema GPS?