Los enigmas de Alberto Fujimori, por Mirko Lauer

Alberto Fujimori siempre se movió al filo de un enigma, o hasta dos. Durante largos años no se supo si había nacido en Perú o Japón, o si había nacido un 28 de julio. El primer dato era clave para su legitimidad en la presidencia. El segundo parecía un falso adorno patriótico. Todavía hoy hay quienes mantienen dudas sobre ambas cosas.
Pero el enigma más largo, que dura hasta hoy, es sobre su salud. Una supuesta o real mala salud fue parte importante para la gestión política de su libertad. Al final el público aceptó que el preso tenía problemas clínicos, pero que no eran tan serios como él y sus abogados decían. Hasta el momento en que logró conmover a Pedro Pablo Kuczynski.
El Fujimori en libertad es notoriamente distinto del Fujimori que reclamaba un indulto en vista de que tenía una enfermedad terminal. Pero ahora una apariencia de enfermedad grave y un talante de salud razonable se han encontrado, para intercambiarse según el caso. Es obvio que a los 83 años, de los cuales muchos en prisión, dejan evidentes huellas.
Ahora Fujimori ha empezado a transitar por un nuevo enigma: ¿quiere o no quiere candidatear? Algunos piensan que su ingreso a Fuerza Popular no solo marca una reconciliación con la hija Keiko, sino además la adquisición de un posible huachito para la próxima presidencia. Todavía no hay cifras de intención de voto sobre el particular.
Pero asumiendo que quiera candidatear, ¿es una iniciativa genuina? ¿O es una manera de allanarle el camino a la hija como un temprano globo de prueba? Decenios después, siguen las dudas sobre la sinceridad de las intenciones declaradas del ex presidente. Aunque hasta aquí él no ha declarado nada, sino que se ha limitado a entrar a FP.
Hoy compiten dos enigmas en torno suyo. Uno legal, sobre si está efectivamente capacitado para candidatear. Otro médico, sobre si las supercherías sobre una situación terminal, con el paso de los años se han vuelto penosamente ciertas. Algo ha de ser cierto en su actual peripecia, pero nada va a ser preciso.
Los más recientes rumores hablan de una situación límite a causa de un largo cáncer y su tratamiento. Pero eso podría ser efecto de su, también rumoreada, efectiva proximidad a una candidatura. Con Fujimori, nada se sabe.