Los delirios verbales de López Aliaga

El alcalde ha atacado a medios de comunicación que fiscalizan su pobre labor al frente de la capital.

Hemos recibido, sin sorpresa, la última infamia del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, quien ha utilizado las redes sociales de la municipalidad para agraviar a dos medios de comunicación, entre ellos, La República, responsabilizándonos por el caos en el tráfico de la ciudad que él dirige, nada menos.

Respondemos bajo la premisa de que ha publicado el libelo en pleno uso de sus facultades físicas y mentales, lo cual obliga a tratar el desvarío con la seriedad que el caso requiere.

Mas de 15.000 ediciones impresas de nuestro diario durante casi 42 años nos eximen de responder el insulto de “pasquín”. Cualquier persona letrada puede recurrir a nuestro vasto y permanente ejercicio de periodismo. Es público.

En cuanto a ser responsables del caos que genera el tráfico en nuestra capital, por sabe Dios qué teoría disparatada, lo asumimos como un agravio a la ciudadanía más que a nuestro medio. En efecto, miles de peruanos pierden entre dos y cuatro horas diarias para movilizarse a su trabajo en Lima. Esto es de pleno conocimiento del municipio capitalino. Bromear con este flagelo solo revela el absoluto desprecio de López Aliaga por la comunidad limeña.

Pero esto tampoco nos sorprende. En el camino para obtener el puesto que hoy ostenta, López Aliaga prometió una serie de cambios para la ciudad: mayor seguridad, mejor ornato, buen tráfico, etc. Para lograrlo, se iban a comprar 10.000 motos de vigilancia, se contratarían más agentes de seguridad, las luces de la ciudad serían todas blancas, los peajes “de la corrupción” pasarían a la historia y esta ciudad, con tantas necesidades, alcanzaría el nivel de “potencia mundial”.

Necesitaríamos varios editoriales para evidenciar el incumplimiento de dichas promesas. Solo basta ver la fosa séptica en la que se ha convertido su única playa en la periferia y el incremento exponencial de la delincuencia en todos los distritos de Lima, además del caos que representa cruzar la ciudad cada día, por los fracasos de la gestión municipal para negociar con los choferes de servicio público, en los problemáticos corredores.

Por el contrario, la nube de vehículos informales que atestan los paraderos y que generan cada vez más riesgo y demoras, se multiplican en este año y cinco meses en los que López Aliaga está a cargo del municipio. No ha cumplido con resolver el problema del Metropolitano –que iba a llegar hasta Villa María del Triunfo–, no ha avanzado en la coordinación con el MTC para la construcción de un nuevo tramo del Metro. Tampoco ha mejorado el trabajo ambulatorio, luego del fracaso de sus torpes iniciativas en Amazonas y otros mercados adyacentes.

Se evidencia a la fecha que carece de habilidades gerenciales para el cargo, razón por la cual nos preocupa sobremanera el endeudamiento aprobado de 4.000 millones de soles logrado en alianza con Dina Boluarte, quien cuenta con el rechazo del 90% de los peruanos .

Ciertamente, atravesamos problemas en la industria periodística, en nuestro caso, agravados por ataques directos del Gobierno a nuestras finanzas, como hemos denunciado en estas paginas. Pero a aquellos que dan saltitos de alegría pensando que este medio se callará, les advertimos que no es la peor crisis que hemos atravesado y que tenemos la capacidad y la resiliencia de grandes periodistas forjados en la adversidad para enfrentarla.

Por ello, seguiremos en nuestra tarea, hoy como ayer. A más infamia, más periodismo.

La República

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