Fotocheck político de noviembre

Luis Almagro. La asamblea OEA en Lima parió la misión a Perú como un favor a Castillo. Lima fue el escenario de su investigado romance. El informe de los misioneros OEA sobre lo que pasa en Perú puede pesar en el destino burocrático del uruguayo. Para lo que valga, los EEUU le han bajado el dedo como secretario general.

Dina Boluarte. Mantiene una elocuente tranquilidad mientras la tormenta le pasa a pocos centímetros. Castillo suspendido o inhabilitado la pondría en el centro de la escena política. En cambio su viaje a la APEC-Tailandia (ya está allí, con César Landa) la aleja todavía más del juego OEA-Congreso-Castillo.

Kurt Burneo. Preocupado por las ideas sobre economía de varios colegas ministros, mientras lanza pullas oblicuas a los efectos antieconómicos del ruido político. El Congreso acaba de perforarle al MEF la exclusividad en el gasto. El episodio Petroperú no termina, y da la impresión que va a extrañar la breve gestión de Humberto Campodónico.

Pedro Castillo. Ipsos detecta que 84% de peruanos la pasa muy mal gracias a su gobierno, pero él está 100% dedicado a bloquear el camino de la justicia, como un títere de su elenco de abogados. Los cancilleres viajeros de la OEA harán que el presidente nos regale nuevas declaraciones insólitas de alcance mundial, avisan las brujas de Chota.

Vladimir Cerrón. La perspectiva de tres años en prisión preventiva quita las ganas de radicalizar el ambiente con socio-tuits disparados en todas direcciones. Perú Libre empieza a parecer una empresa política en liquidación. Aunque su menguante bancada sigue valiendo un Ministerio de Salud completo en el mercado. Ministerio que vale oro.

Rafael López Aliaga. La cuenta regresiva hacia su cargo avanza, pero el vecindario no tiene mayor información sobre planes y proyectos. El mix de alcalde y empresario va a producir la tentación de ofrecer soluciones al toque para antiguos problemas. El oficialismo está esperando con verdadera impaciencia esa alcaldía. Otro vendrá que bien te hará.

Aníbal Torres. Su petipieza sobre cuestión de confianza sugiere que le ha ofrecido a Castillo cerrar el Congreso. Sus palabras contra Sol Carreño transpiran demencia o desesperación. Jaime Chincha caló muy temprano su compos mentis, y desde entonces el primer ministro se dedica a disimular el problema fingiendo malhumor.