¿Arequipa es la segunda?

Federico Rosado

Docente

El historiador Alberto Flores Galindo (1949-1990), al investigar el sur peruano, llegó a la conclusión que Arequipa “era la ciudad diferente” de esa zona del país.

La afirmación pertenece a la década de 1960 en la que Arequipa fue protagonista política, económica y religiosa no sólo en el sur, si no, a nivel nacional.

Lideraba y competía directamente contra Lima, de allí su reafirmación regionalista.

El tiempo devino en la denominación “la segunda ciudad del Perú”. Así es, ocupa ese lugar, porque la primera es Lima. Arequipa: un millón cien mil habitantes; Lima: 11 millones. Precisión: ciudades.

¿A nivel regional?

Recurramos al Índice de Competitividad Regional 2022.

Ocupamos el 4° puesto.

Desagregado: entorno económico (3°), infraestructura (4°), salud (3°), Educación (3°), Laboral (5°), Instituciones (12°).

De manera más específica.

Sólo somos la primera en continuidad del servicio de agua potable.

Segunda: en PBI, cobertura de personal médico y analfabetismo.

Después, somos del montón en: presupuesto público, capacidad de gasto familiar, cuentas en entidades financieras, acceso a servicios básicos (electricidad, agua, desagüe), pistas y carreteras, acceso a telefonía e internet, transporte aéreo nacional, esperanza de vida al nacer, desnutrición crónica, anemia, vacunación, asistencia básica escolar, rendimiento escolar, empleo adecuado, fuerza laboral educada, formalidad laboral, delincuencia, resolución de expedientes judiciales,

Y peor, somos el penúltimo lugar en ejecución de inversión pública.

Arequipa necesita gobernantes regional, provinciales y distritales que hagan mover a la población, que la contagien de ilusiones, de ser una región vivible.

Sin un centralismo que es peor que el de Lima, con provincias y distritos cada vez con menos población y oportunidades.

A veces pienso que lo dejamos a la suerte y hace décadas, tenemos muy mala suerte.