¿La mejor defensa es el disparate?

Los abogados defensores de la familia Castillo-Paredes (eso incluye a Aníbal Torres) vienen disparando contra las investigaciones de la Fiscalía. En el frente político la bancada de Perú Libre quiere inhabilitar por ocho años a la fiscal de la Nación, Patricia Benavides. Mientras tanto sigue el reglaje con drones a diversos magistrados.

Pero el arma preferida del gobierno frente a la Fiscalía son los extraños argumentos. El abogado Benji Espinoza dice que Lidia Paredes tiene arraigo, y que por eso no se les debe impedir la salida del país. Olvida el defensor cuántos acusados con arraigo han fugado del país, algunos incluso para siempre.

Por su parte para Pedro Castillo lo de la Fiscalía no es un trabajo, sino un incomprensible vejamen personal. De manera sutil y tácita, reclama para su familia igual privilegio que para él. Todo esto mientras sigue negando lo evidente, algo que viene haciendo desde los días aurorales de las reuniones en Breña.

Mientras Castillo sigue con su cantaleta inocentista (“Vamos a demostrar que no hemos venido a robar ni un sol al país”), su abogado cuestiona las ideas mismas de colaboración eficaz o confesión sincera, como expresiones de gente que ha sido presionada desde el aparato estatal. Mal cuando tú dices, bien cuando yo digo.

La acumulación de indicios, confesiones, fugas o destapes es tanta que la cúpula del gobierno tiene que dedicarse a negarla a tiempo completo. Hasta el leal Vladimir Cerrón ha tenido que hacerse cargo de la posibilidad de corrupción demostrada en Castillo. Mientras tanto mantiene a sus cuadros partidarios en el Ejecutivo.

Quizás en vez de seguir atacando a los fiscales, Castillo podría defenderlos. Pues una Fiscalía con más apoyo y recursos podría ampliar considerablemente el dominio de sus investigaciones. Es decir, menos atención para los Castillo-Paredes, o cuando menos el beneficio comparativo de participar en una corrupción difundida por todo el gobierno.

En vez de mirar las cosas desde el balcón, las bancadas que ofrecieron vacar a Castillo deberían por lo menos salir en defensa del Poder Judicial. Pero es que en el fondo han pasado de potenciales vacadores a socios del gobierno. No es casual que la ciudadanía los deteste bastante más que al Ejecutivo.