¿El 30 de abril es feriado o día no laborable en Perú?

La FIL y un repulsivo

“... debo declarar también que estuve al borde del vómito cuando en uno de los stands encontré un libro publicado por Fogata Ediciones: La palabra del chino. El intruso. Un esperpento literario que fue presentado el viernes 9 de agosto...”.

Hace unas horas se clausuró la FIL (Feria Internacional del Libro de Lima) con un balance más que auspicioso contra lo que afirmaban los agoreros que esta fiesta del libro estaba condenada al fracaso. Un verdad es tangible, el libro en el Perú ha vencido todas las pestes y el letargo ruin de las autoridades oficiales en esta edición después de dos años.

Cierto, no fue una feria como las de hace un tiempo que batía récords de ventas y asistencia pero el equipo de la Cámara Peruana del libro ha logrado recuperar la sana pasión por la lectura y vencer a los que aseguraban que había que esperar mejores tiempos.

Este domingo he podido saludar a mis viejos amigos libreros y escritores y me he dado con varias sorpresas.

Que la producción intelectual sigue tan potente como antes –nuevas editoriales, jóvenes creadores, presentaciones, conferencias y charlas– donde destacan los bisoños monitores que han cumplido con eficiencia la organización de estas muestras y exposiciones que hablan de una experiencia continua en el tema del libros aunque estos sigan aguardando una Ley del Libro ejemplar y no vivir con la guillotina que el próximo año desaparecerá la exoneración del IGV.

Debo recordar que desde que tengo uso de razón siempre existieron festivales del libro. Los organizaban editoriales como Minerva o Mejía Baca o Manuel Scorza. En esos tiempos el libro sí buscaba su público con verdaderas ofertas y rebajas. Un ejemplo eran los Populibros, experiencia que no se ha vuelto a repetir.

Hoy casi los precios no varían entre lo que se cobra en las librerías y los de la feria. Pero ya existe un público cautivo que hace milagros para salir del recinto bien forrado en ejemplares. Hoy la literatura infantil es protagonista y no tanto los libros de autoayuda –felizmente– ni los testimoniales de artistas de la farándula que en un tiempo fueron furor.

Modestamente, en mi caso, en esta feria he presentado cinco libros, entre ficción, poesía y ensayos. Y siempre fue a auditorio lleno y más las firmas de los autores y las fotos.

Y me alegro, pero debo declarar también que estuve al borde del vómito cuando en uno de los stands encontré un libro publicado por Fogata Ediciones: La palabra del chino. El intruso. Un esperpento literario que fue presentado el viernes 9 de agosto con el apoyo de la banda fascista La Resistencia y como dice en la promoción: “Detalla los pasos que llevaron a Fujimori a cambiar la historia de nuestro país”. Un asco.