¿El 30 de abril es feriado o día no laborable en Perú?

Pacto infame del Gobierno y el Congreso

Sustentado en la corrupción y la mediocridad de ambos.

No es la única expresión de la decadencia del sistema político peruano, pero el contubernio entre el Gobierno y el Congreso para salvar al muy impresentable ministro de Salud constituye una evidencia sólida de la podredumbre que se profundiza cada día, ante la indolencia de una ciudadanía que debería reaccionar pronto.

Ya es innecesario repetir a estas alturas por qué Hernán Condori no puede ser ministro de Estado ni siquiera de este gobierno del presidente Pedro Castillo, en el que la mediocridad –y, con frecuencia, la corrupción– es pasaporte para acceder a posiciones cruciales.

Condori seguirá en el gabinete porque Vladimir Cerrón se lo (im) puso a Castillo, y porque este hace lo que sea para que no lo vaquen, y porque el Congreso está dispuesto absolutamente a todo con tal que no lo disuelvan o conseguir prebendas políticas de todo tipo.

Eso explica las patéticas intervenciones de ‘ultra’ opositores como Jorge Montoya dándole a Condori “un mes de plazo para verificar las acciones del ministro”, o el fujimorista Ernesto Bustamante viendo “con agrado” las respuestas del charlatán vendedor de sebo de culebra a cargo de un Ministerio de Salud en el que hasta se están tirando por la borda los avances en la vacunación anticovid, con dosis que se vencen por no usarse a tiempo.

Pero, así como en la derecha opositora hay gente como esos congresistas, entre varios otros, en la izquierda hay quienes justifican o niegan la destrucción en marcha del Estado peruano, como pensadores de izquierda que creen que el ‘estado neoliberal’ ya estaba desmantelado antes de que llegara Castillo a la presidencia, y, entonces, el desmadre en marcha no interesa salvo que un ‘neoliberal’ vuelva al MEF.

No importa, entonces, que Petroperú sea el Sodoma y Gomorra del desmanejo y de la corrupción, que en EsSalud pongan a otro prontuariado, o que en Legado saquen a Alberto Valenzuela por no aceptar que se contrate a proveedores señalados por el gobierno.

Condori se queda en Salud, como se quedó la mafia en el MTC, y como todo el sector público se sigue destruyendo gracias a un gobierno amparado por un pacto infame con el Congreso, sustentado en la mediocridad y corrupción de ambos, en perjuicio de la ciudadanía.