Desamparo total

“Lo peor de esta situación es que prácticamente nadie protege al ciudadano. La policía brilla por su ausencia en las calles…”.Los peruanos estamos totalmente desprotegidos ante la ola delincuencial que ha traspasado todas las barreras de control establecidas por las autoridades. Los asaltos en las calles, los robos cibernéticos a través de chips electrónicos y la acción de las bandas de sicarios a plena luz pública son el pan negro de cada día.

Lo peor de esta situación es que prácticamente nadie protege al ciudadano. La policía brilla por su ausencia en las calles, no hay patrullaje policial, los llamados de auxilio casi nunca son atendidos por las comisarías. Todos los últimos gobiernos han postergado la atención a este problema, el cual ha crecido hasta alcanzar una dimensión que parece incontrolable.

Una encuesta del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), realizada a mediados de año, indicó que el 92% de los habitantes de la ciudad se sienten inseguros, y de este total de encuestados el 27% dijo que alguna vez fue víctima de robo de dinero, de cartera, de celulares o de sus vehículos.

Con los celulares robados los delincuentes buscan acceder a los aplicativos móviles y apropiarse del dinero de las cuentas bancarias e incluso de los préstamos de rápido desembolso que ofrecen los bancos. También delinquen mediante el acoso telefónico y de mensajes de texto.

El ministro del Interior, Avelino Guillén, ha anunciado medidas más severas, entre ellas tipificar el cobro de cupos por “terrorismo extorsivo”, lo que permitirá el agravamiento de las sanciones, así como declarar en estado de emergencia al Callao y a La Libertad. Son buenas iniciativas, pero para ejecutarse a mediano y largo plazo. La ciudadanía, víctima de esta ola delincuencial, reclama respuestas urgentes, ahora.