Delincuencia a la orden del día

La inseguridad ciudadana es otro de los problemas graves que enfrenta el país. Sin embargo, por una situación de legitimidad en su nombramiento, el ministro del Interior, Juan Carrasco, no puede hasta ahora poner manos en el asunto. Carrasco juró como ministro sin que se oficialice su renuncia irrevocable como fiscal, lo que llevaría a desconocer cualquiera de sus decisiones. En consecuencia, los cambios, acciones y disposiciones que requiere este sector están paralizados.

Mientras tanto, los asaltos a mano armada están a la orden del día. La mayoría de víctimas son ciudadanos comunes y corrientes interceptados por los delincuentes cuando retiran su dinero de los bancos o de los cajeros automáticos. El robo de celulares es una constante las veinticuatro horas del día. Proliferan, asimismo, las estafas y los hurtos en casas y entidades comerciales.

El 18.6% de los peruanos mayores de 15 años fue víctima de algún hecho delictivo. En ciudades de 20,000 a más habitantes, la cifra se eleva 21.2%. Y en Lima metropolitana y la Provincia Constitucional del Callao a 23.1%. Así lo indica un informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática correspondiente al semestre noviembre 2020-abril 2021.

El presidente Pedro Castillo prometió luchar frontalmente contra la delincuencia. Pero en lugar de poner en marcha planes concretos, el tema se ha desviado al papel que desempeñarían las rondas campesinas en la seguridad de Lima y de las ciudades del interior. Un despropósito demagógico.

La seguridad ciudadana es competencia de la Policía Nacional, una institución preparada especialmente para el caso, pero a la que hay que renovar y dotar de los recursos necesarios. Es una tarea urgente.