Desde que Pedro Castillo fue ungido presidente de la República, Vladimir Cerrón se ha empeñado en buscar mayor protagonismo vía Twitter o en declaraciones a la prensa. Se pronuncia proponiendo desde designaciones a cargos ministeriales hasta los lineamientos que el nuevo gobierno debe seguir. ¿Quiere ser acaso el celoso guardián del cumplimiento de su ideario y plan de gobierno?
Ayer refutó las opiniones de los ciudadanos recogidas en primera plana por este diario. Según el sondeo de opinión del IEP respecto a las modificaciones que deben hacerse en la Constitución, el 61% quisiera que se mantenga el modelo económico con cambios y un 58% está a favor de alguna modificación.
Además, el 85% no quiere que Cerrón participe en el Gobierno. Mostrando la portada, aquel comentó: “¿Le están poniendo la agenda? ¿Insisten en la hoja de ruta? Un gobierno se legitima cuando cumple lo que promete, no cuando la incumple, es el principio de lealtad a quienes le otorgaron el mandato”.
Momentos después de recibir sus credenciales, Castillo dijo: “Vamos a combatir los modelos que se han estigmatizado”, y enfatizó: “No soy comunista, ni chavista, ni extremista y menos terrorista”, postura que contrasta con el ideario de Cerrón que define a su partido como “marxista, leninista y mariateguista”.
Se trasluce claramente las intenciones del exgobernador regional de Junín de querer controlar al nuevo gobierno. Se empeñará en colocar a sus alfiles en puestos claves. Pero los hechos indican que los peruanos eligieron como presidente a Castillo y no a Cerrón. En consecuencia, el nuevo mandatario tiene que gobernar para el Perú y no ceñirse solo a un partido.
Periodista especializada en temas de política y docente de la Facultad de Comunicación de la Universidad San Martín de Porres. Magister en Periodismo y Comunicación Multimedia por la USMP. Siguió estudios de periodismo internacional en la Universidad de Navarra, España. Actualmente se desempeña como jefa de Informaciones del diario La República.