La vuelta al mundo en una pandemia

Imposible precisar la fecha de inicio de una pandemia, pero a la gente y al periodismo les gusta marcar fechas en el calendario, así que en el Perú se ha decidido que hoy 6 de marzo sea el primer aniversario del covid-19.

Ese día del 2020 el presidente Martín Vizcarra anunció el primer infectado en el país. A inicios de ese año, el coronavirus era un murciélago en la ciudad china de Wuhan que estaba infectando a la gente, pero que se veía como un fenómeno muy pero muy lejano del Perú.

En ese contexto, a fines de enero entrevisté por una hora al presidente Vizcarra en RTV, y una pregunta fue si el Perú estaba preparado para la eventual llegada del virus al Perú. Respondió que se estaban realizando las coordinaciones en el ministerio de salud.

Pero luego todo ocurrió muy rápido. Las noticias trágicas de China pronto llegaron desde Europa, produciendo estragos en países como Italia y España, y expandiéndose a todo el viejo continente, y poco después a América.

El 6 de marzo ya teníamos el primer contagiado, unos días después empezó una cuarentena que se alargaba cada dos semanas y llegó a sumar 107 días, generando, al inicio, la ilusión de que el Perú estaba manejando muy bien la crisis de salud, con reconocimientos dentro y fuera al presidente Vizcarra.

Pero luego de las fiestas patrias se quebró la ilusión, y el Perú pasó a encabezar el ranking mundial de muertes per cápita, con un colapso de la producción propio de una guerra, aumento tremendo de la pobreza, destrucción de empleos, retroceso de una década de los indicadores de progreso social, tres presidentes de la república, la constatación de la inmundicia del congreso, la indignación social por autoridades –empezando por el presidente Vizcarra– que se vacunaron a espaldas de la ciudadanía, antes que la primera línea, y sacándole la vuelta a un país enfermó en el que, como en un desagüe atorado, salieron a la luz todas las grietas sociales de un país que se ganó todos los premios macroeconómicos pero perdió en todos los de avance social.

Hoy seguimos, en medio de una elección extraña, en esta pandemia endemoniada que no se sabe bien cuándo empezó, ni se conoce cuándo se irá. Perú, ahí vamos, con la esperanza invicta de que el futuro que se debe reconstruir debe ser, sin duda, mejor.

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