Cómplices o aliados

El periodismo con enfoque de género no es imparcial. La ‘neutralidad’, amparada en una lógica patriarcal, machista y sin empatía alguna con las víctimas de violencia de género debe acabar. No dudemos en denunciar, en señalar lo que debe ser evidenciado, en nombrar y condenar el abuso de manera enfática.

A la perspectiva de género, como al feminismo, intentan deslegitimarla con argumentos falsos y lugares comunes desde un desconocimiento muchas veces malintencionado, peligroso e irresponsable. De igual forma que los ‘piropos’ son, en realidad, acoso callejero, ‘seducir excesivamente’, sobre todo cuando el supuesto ‘consentimiento’ se basa en una relación de poder jerárquica y desigual, es acoso sexual.

Depende de los medios de comunicación posicionarse frente a este tipo de casos.

Es tarea de los y las periodistas informarse para crear contenido que influya positivamente en la construcción de opinión de las y los lectores. Ser solo difusores de unas ‘disculpas’ que colocan la responsabilidad en las víctimas y que se escuda en los años de trayectoria y la condición de esposo y padre, nos hace cómplices.

Los medios de comunicación debemos ser aliados al abordar los hechos de violencia de género como el acoso sexual, responsables en su cobertura y contribuyamos a la visibilización de este tipo de casos como consecuencia de desigualdades estructurales arraigadas en la sociedad.

Las acusaciones contra Frank Pérez-Garland fueron publicadas y la responsabilidad aceptada. El acoso sexual es delito, afecta la integridad de las víctimas y sus proyectos de vida, y así debe ser tratado.