¿A dónde vamos?

Por: Inés Flores

Las discrepancias públicas entre los estadígrafos del Covid-19 con las medidas que ha puesto en marcha el Ejecutivo -cuarentenas en varias regiones, la vuelta al confinamiento los domingos y el parcial sinceramiento de cifras- generan dudas entre los peruanos: ¿estamos en el camino correcto para frenar la alta ola de contagios y de muertes?

Los reclamos son principalmente por dos medidas necesarias para frenar la pandemia: el rastreo de contagiados y el cerco epidemiológico en “zonas rojas”. Fue algo que se ofreció y no se hace. En ambos casos se necesitan pruebas rápidas y moleculares, y no las hay en cantidad suficiente. La central de emergencia 113 tampoco funciona. Los ciudadanos llaman pero pasan los días sin que los atiendan. Y menos aún hay camas UCI.

El reporte oficial del Minsa actualizado a medianoche del viernes último registra 516,296 infectados y 25,858 fallecidos. Hasta el 9 de agosto, las cifras de fallecidos del Minsa eran de 21,276, y según Sinadef 52,585. ¿Quién tiene la razón?

El jefe del gabinete y sus ministros se han desplazado especialmente a las regiones declaradas en cuarentena porque registran cifras altas de contagios y sus hospitales han colapsado. Sin embargo, Lima, que tiene el mayor porcentaje de contagios, al igual que otras regiones del norte del país, no son atendidas con el mismo rigor.

Es necesario pues que el Ejecutivo mejore su comunicación y, además, escuche y tome en cuenta la opinión de los estadígrafos. A estas alturas, la percepción de la población es que no hay solución y estamos camino al despeñadero. Se necesita una información clara de hacia dónde vamos.