Hamás asegura estar listo para "una larga guerra de desgaste" en Gaza
El líder de Hamás, Yahya Sinwar, afirmó el lunes que el movimiento islamista palestino está preparado "para una larga guerra de desgaste" contra Israel en Gaza, con la ayuda de sus aliados regionales apoyados por Irán.
Sinwar, que reemplazó el mes pasado como líder del grupo al asesinado Ismail Haniyeh, escribió en una carta a sus aliados hutíes de Yemen: "Nos hemos preparado para una larga guerra de desgaste".
Casi un año después del ataque de Hamás contra Israel que desencadenó el conflicto, las mediaciones de Catar, Egipto y Estados Unidos no consiguieron frenar los combates, que amenazan con expandirse por la región.
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El martes, la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció que incluían como objetivo de la guerra el regreso de los civiles desalojados del norte del país, cerca de la frontera con Líbano.
Esa zona es desde octubre escenario de intercambios de disparos casi diarios entre las tropas israelíes y el movimiento islamista libanés Hezbolá, con el riesgo de convertirse en una guerra a gran escala.
En su carta a los rebeldes yemenitas, Sinwar dijo que los "esfuerzos combinados" con estos movimientos proiraníes "romperán al enemigo y le infligirán una derrota".
El domingo, los hutíes, que controlan amplias partes de Yemen, reivindicaron un ataque con "un nuevo misil balístico hipersónico" en el centro de Israel que no causó víctimas.
- "Nada justifica el castigo colectivo" -
La guerra estalló el 7 de octubre del año pasado con el ataque de Hamás contra el sur de Israel que provocó la muerte de 1.205 personas, en su mayoría civiles, según un balance de la AFP hecho a partir de cifras oficiales israelíes.
De los 251 secuestrados durante la incursión islamista, 97 siguen cautivos en el enclave palestino, de los cuales 33 fueron declarados muertos por el Ejército israelí.
El Estado hebreo lanzó una ofensiva militar contra Gaza con el objetivo de destruir a Hamás que, según dijo el ministro de Defensa israelí la semana pasada, "ya no existe como formación militar" y ahora libra "una guerra de guerrillas".
Los bombardeos y combates israelíes destruyeron la Franja de Gaza y provocaron la muerte de al menos 41.226 palestinos, según el Ministerio de Salud de este territorio gobernado por Hamás.
En una entrevista con la AFP, el secretario general de la ONU, António Guterres, dijo el lunes que "nada justifica el castigo colectivo" del pueblo palestino.
"Condenamos todos los ataques terroristas de Hamás, así como la toma de rehenes, que es una absoluta violación del derecho internacional humanitario", indicó.
"Pero la verdad es que nada justifica el castigo colectivo del pueblo palestino, y es lo que nosotros estamos viendo de manera dramática en Gaza", agregó.
El lunes, una fuente hospitalaria señaló que diez personas murieron y 15 resultaron heridas en una casa familiar en el centro de Gaza bombardeada por el ejército israelí.
"Mi casa fue atacada sin previo aviso mientras dormíamos", afirmó Rashed al Qasas, uno de los sobrevivientes de este ataque en el campo de refugiados de Nuseirat.
Además, la agencia de Defensa Civil y los servicios de emergencia del territorio reportaron otras doce muertes en ataques israelíes, seis de ellas en Ciudad de Gaza.
- Blinken a Egipto -
Desde hace meses, Catar, Egipto y Estados Unidos median en unas negociaciones indirectas para alcanzar una tregua en el conflicto que permita también canjear a rehenes tomados por Hamás por presos palestinos encarcelados en Israel.
El portavoz de la diplomacia estadounidense, Matthew Miller, dijo que Washington trabaja "diligentemente" en una nueva propuesta para salvar las diferencias entre ambas partes.
El secretario de Estado, Antony Blinken, viajará esta semana a Egipto para "hablar de los esfuerzos en marcha para alcanzar un alto el fuego", agregó Miller.
El portavoz diplomático también abogó el lunes por una "solución diplomática" para el incipiente conflicto en la frontera norte con Líbano.
Esta violencia ha matado a cientos de personas en Líbano, en su mayoría combatientes islamistas pero también civiles, y a decenas de soldados y civiles en Israel, que desalojó a decenas de miles de residentes en la zona.
El martes de madrugada, la oficina de Netanyahu afirmó que actualizaba los objetivos de guerra para incluir "el regreso seguro de los residentes del norte a sus casas".
Horas antes, su ministro de Defensa, Yoav Gallant, advirtió que las perspectivas de evitar una escalada con Hezbolá "se están agotando" y defendió "la acción militar" como la única forma de garantizar un regreso seguro de los evacuados.
El número dos de Hezbolá, Naim Qasem, dijo el sábado que su grupo "no tiene intención de ir a la guerra", pero que si Israel "la desencadena (...), habrá amplias pérdidas en ambos lados".