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Italia: joven que fue echada de su casa se compró un auto con las donaciones que recibió

Malika Chalhy pudo recibir ayuda económica anónima, luego de que sufrió el desprecio de su familia debido a su orientación sexual.

Pese a decir no sentir ninguna vergüenza, Malika Chalhy es criticada por haber malversado las donaciones que recibió. Foto: difusión
Pese a decir no sentir ninguna vergüenza, Malika Chalhy es criticada por haber malversado las donaciones que recibió. Foto: difusión

Malika Chalhy, joven italiana, ha sido rechazada por su familia que ha manifestado que “prefieren 50 años de cárcel” antes que tener una hija lesbiana. Por este motivo, ella tuvo que pasar varios días viviendo en la calle, y su caso fue muy conocido, por lo cual ella recibió todo tipo de ayuda económica.

Sin embargo, no utilizó el dinero para alquilar una vivienda o adquirir una, sino para poder comprar un auto de último modelo. Por más que ella se ubica en el ojo de la tormenta, ha agarrado impulsos para seguir adelante, ya que en Europa la comunidad LGBTQ+ está más representada que nunca.

La protagonista de esta historia contó a varios medios italianos que su situación era complicada, y confesó haber dormido en la calle, puesto que sus padres amenazaron con matarla si ella se atrevía a volver a su hogar. Debido a estas amenazas fue que comenzó a recibir dinero de personas desinteresadas que se conmovieron con su caso.

En un inicio sostuvo que el dinero que iba a recibir sería para poder encontrar un lugar donde vivir; no obstante, cambió de opinión y decidió comprarse un automóvil. Fue su prima quien le creó dos recaudaciones de fondos por internet para poder “reconstruir su vida”, y con ella obtuvo 170.000 dólares.

Al inicio, la joven dijo que el auto era para los padres de su pareja, pero luego tuvo que rectificarse y admitir la verdad sobre su nuevo auto Mercedes: “Quería darme un capricho. Me compré un buen coche, podría haberme comprado uno pequeño y no lo hice. Si mentí sobre el coche, es porque me encerraron, me metieron en un armario”.

También fue señalada por comprarse un perro bulldog. “No la reconocí al principio, pero luego lo supe. Gastó 3.000 dólares, pagó con dos transferencias bancarias, una el 15 de mayo y la otra el 21 de mayo. Se llevó el más caro”, declaró quien le vendió el perro.

“Yo no soy quien debería avergonzarse. Yo no soy quien no es normal. No es normal golpear a un niño o insultarlo por quien es o elige ser, no es normal juzgar y señalar a los demás, no es normal culpar a alguien solo porque es homosexual”, relató Malika

Su hermano Samir, no obstante, denuncia que ella no ha dicho toda la verdad y que sus padres si desean que vuelva a casa, y que su hermana está haciendo un escándalo alrededor de su historia porque “hay dinero de por medio” y sus padres “no merecían” ser denunciados.