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Buque Elcano cruzó el Pacífico 500 años después de Magallanes

Viaje histórico. Partieron de Cádiz en agosto del 2020 y se espera su regreso el 13 de julio de este año. No tienen permitido hacer ninguna actividad fuera del barco debido a las restricciones por la pandemia.

La siguiente parada es la isla de Cebú, donde el 27 de abril de 1521 murió Magallanes a manos de los indígenas. Foto: Navegación del Juan Sebastián de Elcano
La siguiente parada es la isla de Cebú, donde el 27 de abril de 1521 murió Magallanes a manos de los indígenas. Foto: Navegación del Juan Sebastián de Elcano

Sin acto oficial de despedida, con la dotación en cuarentena previa y con un recorrido “abierto” que depende de la evolución de la pandemia del coronavirus. Así comenzó el 20 de agosto de 2020 el XCIII Crucero de Instrucción del Juan Sebastián de Elcano, que en esta edición tiene previsto realizar su undécima vuelta al mundo como parte de la conmemoración del V centenario de la primera circunnavegación de la Tierra por parte de Fernando de Magallanes y Elcano. Pero la COVID-19 ha alterado todos los planes, desde su salida de la ciudad de Cádiz.

Cinco siglos después de que Fernando de Magallanes logró atravesar el Pacífico por primera vez en la historia con tres embarcaciones españolas, el buque Juan Sebastián Elcano ha seguido su rastro y llegó este viernes 26 de febrero a Guam o ‘La isla de los ladrones’, como la denominaron los navegantes en el siglo XVI.

La primera vuelta al mundo duró tres años, iniciado en 1519 por el portugués Magallanes y culminado en 1522 por el español Elcano. Cruzar el océano Pacífico fue uno de los mayores retos por sus 16.500 kilómetro de ruta y las condiciones climáticas, según relató el propio Magallanes en sus escritos.

El primer mapamundi que incluye los descubrimientos de la expedición es el de Diego Ribero, Cosmógrafo Real de la Casa de Contratación de Sevilla, del año 1529.

El primer mapamundi que incluye los descubrimientos de la expedición es el de Diego Ribero, Cosmógrafo Real de la Casa de Contratación de Sevilla, del año 1529.

En plena pandemia, el buque Elcano está consiguiendo reproducir esa circunnavegación y, aunque sus 230 tripulantes no pueden bajar del barco para conmemorar los distintos hitos de Magallanes-Elcano, mantienen las ganas casi intactas.

Tres de ellos, un alférez, un contramaestre y un guardiamarina, hablaron con EFE horas después de arribar este viernes 26 de febrero a Guam, una isla de la Micronesia, al este de Filipinas, en la que el barco permanecerá amarrado unos días para continuar con el recorrido que en su momento hicieron las naos españolas.

Hace 500 años el objetivo era encontrar la ruta de las especias por occidente, pero el actual Elcano busca conmemorar dicha primera expedición y marca un hito histórico en su travesía alrededor del planeta. Eso sí, se mueve a vela como las naves de Magallanes.

“Comunicarte hace 500 años era inviable, por ejemplo. No quiero ni pensar cómo lo pasarían ellos. Si nosotros lo pasamos mal, ellos mucho peor y además se tenían que reponer a sus temores y miedos. Yo que vivo en primera persona los beneficios del siglo XXI, veo que son auténticos héroes, cruzar un mar en las condiciones que tenían solo lo hacen héroes”, dijo el brigada Alfonso López Conesa.

El 23 de noviembre de 2020 llegaron al puerto del Callao. El 25 de diciembre a México, desde donde partieron a Hawái, y 24 días después atracaron en Guam, Filipinas.

El Buque-Escuela español Juan Sebastián Elcano en el Callao

El Buque-Escuela español Juan Sebastián Elcano en el Callao

Como contramaestre de cubierta y experto (ha hecho ya nueve viajes con el barco), dirige las “faenas marineras” de un buque de 113 metros de eslora, cuatro mástiles y 20 velas que, reconoce, alberga a los tripulantes en “condiciones más espartanas” que las de otros, mencionó López Conesa.

El alojamiento es básico y las maniobras se hacen de forma manual, con cada militar asignado a una función determinada en las principales, como cambiar de dirección el buque. “Pero se sobrelleva, los alumnos ya saben a lo que vienen”, finaliza López Conesa.

Sin desembarcar por la pandemia

“No nos podemos hacer a la idea de lo duro que debió ser”, reflexiona al teléfono el guardiamarina Álvaro Salvador a bordo de la nave, que tiene en su escudo la frase “Primus circumdedisti me” (“Tú has sido el primero en rodearme”), la misma que figura en la que otorgó el Rey Carlos I a Elcano al volver.

En la guardia nocturna la víspera de llegar a Guam, recuerda que comentaba con un compañero el “milagro” que fue para los de Magallanes-Elcano llegar a tierra firme después de 3 meses y medio en el mar.

“Debió ser como si se les apareciese la virgen, un momento espectacular”, afirma para recordar lo que también explica Mazón: cómo se comían las ratas, que pagaban a medio ducado la pieza, y el cuero que protegía los mástiles, que ponían a remojo tres días en agua de mar para que se reblandeciera.

El alférez reconoce que cinco siglos después “hay gente que pagaría para estar aquí”, porque hacer la instrucción en Elcano es “una experiencia que se queda para toda la vida”. Este año, marcado por la COVID-19, es diferente porque los del buque funcionan en burbuja y no bajan a tierra.

Después de celebrar un pequeño acto en Guam de homenaje a los aventureros de hace 500 años, los marineros de Elcano pondrán rumbo a Filipinas y pararán en la isla de Cebú, donde el 27 de abril de 1521 murió Magallanes a manos de los indígenas. Después de su caída, Elcano tomó el mando de la flota y decidió seguir hacia el este para completar la primera circunnavegación.

De ahí, el buque español seguirá, según la ruta prevista en un año con constantes cambios, a Indonesia, Omán, Malta y de vuelta en Cádiz, donde se le espera el 13 de julio para completar una vuelta al mundo mucho más cómoda que hace cinco siglos, pero que está siendo un reto en plena crisis sanitaria mundial.

Con información de EFE

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