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El picaflor verde se convierte en el ave emblemática de Buenos Aires

Es una de las 14 especies de aves que sobrevuelan la capital argentina. Ahora, junto a otras especies naturales, forma parte de los emblemas de la capital argentina.

Los picaflores verdes son importantes polinizadores. Por ello, su preservación debe ser una prioridad. Foto: Foto Club de Observadores de Aves de la Reserva Ecológica Costanera Sur
Los picaflores verdes son importantes polinizadores. Por ello, su preservación debe ser una prioridad. Foto: Foto Club de Observadores de Aves de la Reserva Ecológica Costanera Sur

Pesa tan solo 4 gramos y mide 9 cm, se alimenta de flores con su pico largo y rojo en forma de corona de manera tubular. El ave que aleta hasta 80 veces por segundo ahora es parte de las especies emblemáticas de la ciudad de Buenos Aires, Argentina.

Tras el concurso de un proyecto educativo llamado “Ave Emblema”, el picaflor quedó como el ganador. En la iniciativa participaron miles de estudiantes de escuelas públicas y privadas en medio la de pandemia por el coronavirus. Ahora, junto con la orquídea ribereña (flor), la Panambí Morotí (mariposa) y el Tala (árbol) forma parte de los distintivos naturales argentinos, hecho que se concretó a través de una ley.

El verde común tiene un conjunto de características que lo hacen singular y atractivo: su plumaje y capacidad para quedar suspendido en el aire en un punto fijo y volar hacia atrás son algunos de ellos.

“Entiendo que hay aves que se ven mucho más que el picaflor, como los gavilanes mixtos y el benteveo, que es el famoso ‘bicho feo’. Pero los picaflores tienen una cualidad única: se pueden apreciar desde muy cerca, bajan hasta el nivel del suelo. Si podemos quedarnos quietos para no espantarlos, se escucha incluso el aleteo”, dijo Simón Tagtachian, del Club de Observación de Aves de la Reserva Ecológica Costanera Sur, al diario El Clarín.

Especies de aves se encuentra amenazadas

En América existen 300 especies de picaflores; sin embargo, estas se encuentran amenazadas por la actividad humana. En el mundo, se calcula que el número de especies en peligro es de 1.253, según el Libro rojo de especies amenazadas, elaborado por la organización Birdlife International para la Unión internacional para la conservación de la naturaleza.

Además, la mitad de las poblaciones de animales a nivel global se han reducido en los últimos 50 años. En Latinoamérica, la situación ha sido más crítica porque el número de estas especies se redujeron en casi el 90%, señala el documento de Birdlife.

Asimismo, un informe elaborado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), sostiene que “el 13% de las especies de aves en el mundo se encuentran amenazadas, y la región donde se ve más claramente el aumento del riesgo de extinción es América Latina y el Caribe”.

Preservar a los picaflores, una tarea esencial

Los picaflores son importantes polinizadores. Las flores que visitan tienen forma tubular, son de color rojo, anaranjado o violeta y no tienen perfume, ya que estas aves carecen de buen olfato. Al introducir su pico en estas en busca del abundante néctar, el polen queda pegado en su cabeza y cuello, así lo transportan hacia otra flor.

El cuidado de la flora y la fauna Latinoamérica es una responsabilidad de las políticas públicas y la ciudadanía. Se calcula que el valor económico de los beneficios de la naturaleza para América Latina bordea los 24.000 millones de dólares anuales, equivalentes al producto bruto interno (PBI) de la región. A nivel global, esta cantidad se acerca a los 125.000 millones de dólares al año, cifras que hacen visible lo que realmente valen los recursos naturales del planeta, según un informe de Planeta Vivo.

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