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Azerbaiyán y Armenia firman la paz: claves de este acuerdo avalado por Putin

Seis semanas de combates Azerbaiyán y Armenia llegaron a su fin este lunes luego de que ambas naciones concertaran un tratado con ayuda de Vladimir Putin. ¿Qué implica esta firma?

Foto: AFP
Foto: AFP

Con el patrocinio del presidente ruso Vladimir Putin, Azerbaiyán y Armenia firmaron un acuerdo para poner término a seis semanas de combates en la región de Nagorno Karabaj. El trato entró en vigor la noche del lunes 9 de noviembre. Fue firmado por el presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, y el mandatario ruso.

Dicho acuerdo consagra las importantes victorias militares azerbaiyanas en esta región montañosa del Cáucaso, hoy poblada mayoritariamente por armenios, y que se separó de Azerbaiyán tras una guerra en los años 90. Ahí se enfrentaban desde fines de setiembre el ejército azerbaiyano y los separatistas apoyados por Armenia.

El anuncio de alto el fuego generó manifestaciones de alegría en Azerbaiyán y protestas en Armenia, donde una multitud de manifestantes invadió por la noche la sede del Gobierno y del Parlamento. Más allá del cese al fuego, ¿qué implica esta firma de paz? A continuación, algunos puntos clave.

Territorios reconquistados por Azerbaiyán

Azerbaiyán conserva el conjunto de los territorios reconquistados en Nagorno Karabaj, empezando por la ciudad histórica y estratégica de Shusha, ubicada en la carretera que une Armenia con la capital separatista, Stepanakert.

Azerbaiyán ha retomado varios de los siete distritos que componían el cordón de seguridad de los separatistas armenios desde los años 1990, en especial los de Jebrail y Fuzili.

Además, Armenia debe entregar otros distritos de este cordón, que eran controlados desde los años 90 por sus fuerzas: Kalbajar antes del 15 de noviembre de 2020, Agdam antes del 20 de noviembre de 2020 y Lachín antes del 1 de diciembre de 2020.

Nagorno Karabaj sobrevive, aunque debilitada

La república autoproclamada del Nagorno Karabaj, territorio poblado casi exclusivamente por armenios desde una guerra en los años 1990, sale debilitada del conflicto, pero sobrevive.

Su única relación física con Armenia será ahora el corredor de Lachín, de 5 km de ancho, que llega, asimismo, a la capital del enclave, Stepanakert. La capital estará rodeada al este y al oeste, al norte y al sur, por territorios bajo control azerbaiyano.

No obstante, Azerbaiyán no habrá logrado su objetivo: hacerse con la totalidad del territorio perdido tras la caída de la URSS.

Fuerzas de paz rusas

Para garantizar el respeto al alto el fuego, un contingente de fuerzas rusas de mantenimiento de paz de 1.960 militares, 90 transportes de tropas blindadas y 380 vehículos con material especializado deben tomar posición a lo largo de la “línea de contacto”, es decir el conjunto del frente armenio-azerbaiyano.

Las fuerzas rusas serán desplegadas de forma paralela a la retirada armenia. La duración de su misión es de cinco años renovables.

Los refugiados

La Agencia de la ONU para los Refugiados va a organizar el retorno de los refugiados y de las poblaciones desplazadas por el conflicto. También tendrá lugar un intercambio de prisioneros y de fallecidos.

Nada sobre el futuro

No se dice nada en este documento sobre posibles negociaciones para resolver definitivamente el conflicto en Nagorno Karabaj. La región sigue siendo de facto una república autoproclamada sin reconocimiento internacional.

Tampoco se habla del papel de Turquía, pero según Azerbaiyán, este país, su gran aliado y enemigo abierto de Armenia, tendrá que desempeñar un rol importante en el mantenimiento de la paz.

El mediador histórico del conflicto, el grupo de Minsk de la OSCE, presidido por Estados Unidos, Rusia y Francia, no se menciona en el acuerdo.

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