Abu Bakr al Bagdadi: De guía espiritual a líder yihadista
Golpe al terror. De cómo Abu Bakr al Bagdadi, seguidor de Osama bin Laden e imam de una pequeña mezquita, se convirtió en líder del Estado Islámico (EI), y desató una yihad mundial. Fue aniquilado por un comando militar de EEUU.
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Nada parecía predestinar a Abu Bakr al Bagdadi, líder del grupo Estado Islámico (EI), cuya muerte anunció Estados Unidos el domingo pasado, a que asumiera el liderazgo de la organización yihadista, que impuso el terror en un enorme territorio, donde predominaba el EI, a caballo entre Irak y Siria.
Sofía Amara, autora de la obra "Bagdadi, califa del terror", explica cómo este jefe máximo yihadista logró sobreponerse a muchas limitaciones personales para lograr liderar durante casi un lustro un "califato", reducido, tras sufrir varias ofensivas militares, a unos pocos retazos en marzo de 2019.
Tímido y sin carisma
"Todos aquellos que lo conocieron dicen que no tenía carisma, que era alguien demasiado discreto, al menos al principio. Después se enardeció merced al poder que le brindó su condición de califa, al frente de un Estado rico y ultraviolento, al punto de lograr asestar golpes "vitales a Europa".
"Siempre hablaba en voz baja (...) Daba la impresión de no tener la autoridad que le confería su título de califa. No tenía carisma, pero logró superar su timidez gracias al dinero y su poder sobre los hombres bajo su mando, hasta unos 50.000 o 60.000 combatientes", explica la investigadora.
"Desde su infancia tenía problemas para expresarse, al punto que se entrenaba durante horas frente a un espejo para hilvanar algunas frases seguidas". "En su primer video, en 2014, en el cual se hace llamar califa, se ve a un hombre que renguea al subir la escalera del minbar (torre) de la mezquita Al Nur en Mosul, Irak. Para nada es un hombre que inspire terror. Más bien parece un imam de un suburbio", añade la autora.
"Quiso ser abogado, pero no tenía calificaciones suficientes. Tampoco pudo ser soldado porque era miope. Su exesposa me decía que era alguien muy paciente, con mentalidad de docente", asegura Amara.
Aprovechó la religiosidad
El fervor del exjefe yihadí es único y tiene una gran habilidad para sacar ventaja de su geopolítica, en comparación con los logros del otro líder yihadista Osama bin Laden . "Una rehén yazidí que estaba a su servicio cuenta que en medio de los bombardeos de la coalición (internacional) la hizo llamar junto a otras chicas. Las hizo lavarse y a las tres de la mañana que recitaran el Corán. Esto dice mucho sobre este personaje, que parece realmente patético".
Abu Bakr al Bagdadi, "consciente de que no tenía el CV adecuado –no combatió en Afganistán, tampoco en Pakistán, nunca utilizó realmente las armas, era apenas un imam–, se apoyó en su conocimiento de la religión para paliar su falta de legitimidad militar. Se ufanaba de ser doctor en Teología".
Nacido en Irak, también supo cómo vincularse con los miembros del partido Baaz (panárabe socialista) y sacar provecho de los acontecimientos en Siria para lanzar un puente entre los dos países y crear un califato.
Al Bagdadi se dio maña para dividir al grupo terrorista Al Qaeda y neutralizar al sucesor de Bin Laden, Ayman Al Zawahiri. “Hizo un recorrido sorprendente, en tanto logró inscribir en la geografía este proyecto de califato, que inclusive (Osama) bin Laden no había logrado, y ello sin ser uno de los grandes líderes de la Yihad ni de la resistencia a la ocupación estadounidense en Irak desde 2003”, sostuvo Amara.
Cabalga con el terror
Según la investigación de la periodista Sofía Amara, Al Bagdadi se propuso reimpulsar el yihadismo, "que estaba medio moribundo (tras sucesivas ofensivas contra los yihadistas), mediante operaciones sangrientas que perpetró. Poco a poco logró ubicarse al frente de esta yihad mundial, y fue en esto en lo que se reveló muy, muy fuerte".
El terrorista más buscado del planeta, el que hacía lucir la bandera negra del Estado Islámico, mezcolanza de emblema pirata y de misticismo musulmán, fue aniquilado por un comando militar de élite de EEUU. Un duro golpe para el EI, pero no se sabe qué tan mortal.
Datos
- Original. Ibrahim al Samarrai (1971-2019) es el nombre del exlíder yihadista del Estado Islámico, Abu Bakr al Bagdadi. Siempre estuvo bajo la sombra de Ayman Al Zawahiri, el continuador de Osama bin Laden.
- Perseguido. Tras varios operativos en la zona en donde operaba, autoridades rusas y estadounidenses lo reportaron como muerto. EEUU ofrecía 25 millones de dólares por la captura de Al Bagdadi.
Abu Bakr al Bagdadi
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