Género

¿Pueden los hombres ser feministas?

Machistas en recuperación, aliados o feministas. La definición de los hombres frente al feminismo no llega a un punto común, pero brinda nuevas luces sobre cuál es su rol en la lucha por la igualdad de género.

El feminismo es un movimiento político y social fundado por y para mujeres con el objetivo de disputar sus derechos y luchar por la tan ansiada igualdad en espacios públicos y privados dentro de todos los ámbitos de la sociedad.

Con el paso de los años, el feminismo se ha hecho cada vez más visible y, en pleno 2020, resulta imparable. Esta creciente evolución llevó a muchos hombres a preguntarse cuál es el papel que les toca en este movimiento. Si los varones rechazan la violencia y están de acuerdo con la igualdad de género, ¿pueden ser feministas? La respuesta es un poco más compleja de lo que parece.

En 2016, durante la primera marcha Ni Una Menos convocada en Argentina, la imagen de un hombre que sostenía un cartel con el torso descubierto se hizo viral en redes sociales. ‘’Estoy semidesnudo, rodeado por el sexo opuesto… y me siento protegido, no intimidado. Quiero lo mismo para ellas’’, decía la pancarta.

La fotografía generó decenas de notas en medios de prensa nacionales e internacionales y el joven fue nombrado como ‘’héroe feminista’’. De la marcha, que fue multitudinaria e inspiró a que otros países la replicaran, se supo menos.

Igualdad de género

Igualdad de género

La respuesta de varias mujeres argentinas fue el rechazo a la acción del joven, que terminó por desviar la atención de sus demandas hacia una imagen que traía una idea novedosa: hombres feministas. Parece sencillo. Si el feminismo implica creer en la igualdad de género, ¿por qué los varones no podrían serlo?

‘’No hay un formato establecido o requisitos globales para que puedas anunciarte como feminista. Pero mi opinión personal es que no, porque aunque es cierto que hay hombres cisgénero y heterosexuales muy valiosos en la lucha por la igualdad, los que realmente están comprometidos no tienen la necesidad de anunciarse como tal’’, explica Suiry Sobrino, periodista especialista en género.

Si bien atribuirles el título de feministas a los hombres no es un tema especialmente relevante en la lucha contra el machismo y la violencia de género, en una sociedad donde las instituciones públicas exhortan a las mujeres a cuidarse, prevenir y denunciar antes de poner el foco en la responsabilidad de los varones, identificar cuáles son las acciones que pueden tomar puede resultar esclarecedor.

Igualdad de género

Igualdad de género

‘’Yo pienso que la mejor posición que podemos tomar los hombres es la del silencio. Para mí, el feminismo busca la reivindicación del papel de la mujer en la sociedad. En muchas oportunidades he pensado que el hombre ni a aliado puede aspirar. Lo que nos toca a nosotros es dejar que las mujeres se organicen y salgan a luchar por lo que ellas crean justo’’, dice Renato, escritor de 28 años.

‘’Prefiero denominarme pro feminista. Creo que mi experiencia de vida y mis privilegios me tienen realmente alejado de ser alguien que necesite del feminismo con la misma urgencia que lo necesita un sujeto femenino’’, señala Omar, periodista de 29 años.

Para Suiry Sobrino, no se puede ser juez y parte. ‘’Si hablamos de una jerarquía social, las mujeres, los cuerpos feminizados, diversidades y disidencias están abajo y los hombres cisgénero están por encima; entonces no puedes ser de los que lideran y querer luchar junto a los oprimidos. Nuestras experiencias no son iguales, nuestras demandas no son iguales’’, explica.

Pero, más allá de rótulos y etiquetas, feministas o no, aliados o no, ¿qué pueden hacer ellos para ayudar? ‘’Deberían enfocarse en trabajar más sus masculinidades’’, dice Sobrino, ‘’Hay una falta de reconocimiento de los hombres como parte del problema. ‘Yo nunca he violado, entonces no soy un violador’, pero todo lo que está por debajo de esa acción, que es compartir fotos de mujeres sin su consentimiento, reírse de un chiste machista O burlarse de una mujer por su sexualidad también es violencia’’.

Periodista y editora de género en Grupo La República. Licenciada en Comunicación y Periodismo por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas y máster en Estudios de Género por la Universidad Complutense de Madrid.