EsfuerzosEl peruano Américo Mendoza Mori asesoró los diálogos en quechua de la película Dora y la ciudad perdida. Domingo conversó con él acerca de esa colaboración y el trabajo que realiza como profesor de la lengua andina en la Universidad de Pensilvania.,El quechua llega a Hollywood,El quechua llega a Hollywood,Muchas veces en Hollywood se han hecho películas que han presentado a las culturas originarias sin tomar en cuenta sus principales características. Por eso, varias de ellas recibieron críticas. Para evitar algo así, al peruano Américo Mendoza-Mori, profesor de quechua en la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos, lo convocaron de la película Dora y la ciudad perdida con el fin de que supervisara los diálogos en esa lengua andina y no hubiera errores. "En estos últimos años han aparecido varias películas que sí tratan con responsabilidad los principales aspectos de las culturas originarias. En el caso de Dora... había el deseo no solo de tocar el tema de los Incas, que es parte de la trama, sino reconocer el idioma quechua, con lo cual se promociona la cultura y se celebra a sus hablantes", dice por teléfono desde EEUU. Dora y la ciudad perdida es la versión con actores del personaje Dora la exploradora, y cuenta el viaje de la pequeña aventurera a la Amazonía. La protagonista, Isabela Moner, tiene raíces peruanas, y en el elenco hay conocidos actores como Eva Longoria, Eugenio Derbez o Q'orianka Quilcher. Este es el año internacional de las lenguas indígenas, según la Organización de Naciones Unidas, y para el investigador una película que incluya diálogos en una lengua ancestral es un gran mensaje global. "Y qué mejor que sea una lengua hablada en el Perú, aunque también es una lengua presente en muchos países andinos", comenta. Américo Mendoza-Mori es profesor de la Universidad de Pensilvania hace cuatro años. ¿Cómo se vinculó a ese centro de estudios? Llegó por una convocatoria y fue fundador del programa de quechua. "Fue un reto crear un programa que no solo contemplaba las clases sino que también promovemos conferencias, congresos, intercambios. Hemos llevado estudiantes al Cusco y hemos invitado a líderes quechuahablantes para que expongan aquí sobre sus conocimientos", cuenta. En todo el tiempo que ha trabajado allá, ha realizado una gran labor de enseñanza y promoción del quechua, y puede asegurar que hay un interés creciente por una lengua que, contra lo que muchos creen, sigue tan viva hoy como hace siglos. Como anécdota cuenta que cuando invitó al rapero Liberato Kani, que canta en quechua y llegó desde el Perú, hubo estudiantes y personas que vinieron a verlo tomándose un vuelo de avión de varias horas. Aprender quechua Nacido en Ica, Américo Mendoza-Mori, 31 años, no creció hablando quechua. Lo aprendió ya en su etapa universitaria. Eso sí, su madre, nacida en Lamas, San Martín, hablaba quechua. A él siempre le interesó aprenderlo como parte de su herencia cultural y tomó clases mientras estudiaba Literatura en la Universidad San Marcos. Después vivió en Cusco y más tarde hizo estudios de postgrado en EEUU. Sus investigaciones en comunidades andinas del Cusco, en la zona de Ocongate, reforzaron su conocimiento de la lengua quechua. Lo de la universidad de Pensilvania llegaría poco después. Hoy es uno de los principales promotores de la enseñanza del quechua en Estados Unidos. Ha sido conferencista para Naciones Unidas y es co-fundador de la Alianza Quechua, que organiza el encuentro anual más grande del quechua en EEUU desde 2015. "En los últimos años hay más conciencia de que en los pueblos indígenas hay saberes ancestrales importantes para el mundo de hoy. Por ejemplo, un tema muy actual es el cambio climático y las personas que más han cuidado de las zonas vulnerables en el mundo son estos pueblos. Es algo que los espacios académicos están empezando a reconocer", dice. Hoy, el 11% de la población peruana habla quechua, una de cada diez personas. Y en Lima, urbana y costeña, casi medio millón hablan esa lengua. Por eso Américo se pregunta porqué en el Metro de Lima hay avisos en español e inglés, pero no en quechua. "A veces hay conflictos con comunidades que hablan quechua y el gobierno no encuentra caminos para entablar diálogo. Por eso es importante hablar de ciudadanía junto a la palabra quechua", dice. Reconocer una lengua es reconocer su cultura y todos sus saberes. Es co-fundador de la Alianza Quechua, que organiza el encuentro anual más grande de quechua en EEUU”.