Kimberly García piensa en París 2024 y hace una fuerte crítica: "Lo que nos da el IPD no es suficiente"

Kimberly García volvió a hacer historia. No contenta con ser bicampeona mundial hace un año, la marchista huancaína se cobró una deuda pendiente en los Juegos Panamericanos Santiago 2023 y consiguió ganar la medalla de oro que le fue esquiva hace cuatro años. Tras su participación en la justa continental, la atleta de 30 años conversó con La República y dejó en claro que su principal objetivo es romper una sequía de 30 años sin medallas olímpicas en París 2024.

—¿Qué sensaciones te dejó ganar dos medallas en los Juegos Panamericanos de Santiago?

—He conseguido una medalla de oro (individual) y una de plata (relevos mixtos). Estoy satisfecha, lo principal era la medalla de oro; en el mixto, estábamos para pelear una medalla. Fue un buen año, aprendí muchas cosas y estoy satisfecha.

—Cierras el año de gran manera: récord mundial, medalla de plata en el Mundial de Atletismo y tus recientes logros en Santiago.

—El año pasado logré el bicampeonato mundial, la idea este año era repetirlo y también agregar el récord mundial. No se dio (plata en el Mundial de Budapest) por algunos factores que debo mejorar. Yo creo que los objetivos que alguna vez me he planteado se están llegando a cumplir. Ahora mi próxima meta son los Juegos Olímpicos en París.

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—Durante tu trayectoria pasaste momentos difíciles como en los Panamericanos de Toronto 2015 o los Juegos Olímpicos de Río 2016. ¿Estos dos episodios fueron de alguna manera puntos de quiebre?

—En Toronto llegué a la meta desmayándome porque desconocía bastante el tema de la hidratación y todo lo relacionado con la competencia de larga distancia. En Río, llegué en el puesto 14, manifesté que me quería retirar por la falta de apoyo. La inversión es bastante grande si quieres conseguir grandes cosas. Cuando mencioné eso, al mes se sumaron grandes empresas como PERU LNG y HUNT OIL, con ellos ya llevo casi siete años y sumamos un nuevo equipo.

—Ahora que puedes dedicarte de lleno a la marcha, ¿con cuántos profesionales trabaja una deportista de tu categoría?

—Estoy trabajando con un equipo multidisciplinario: médico, fisioterapeuta, nutricionista, psicólogo deportivo, entrenador. También hay personas que están ahí hidratándome en diversos lugares cuando voy al extranjero.

—En las últimas semanas, te pronunciaste sobre algunos temas relacionados con la falta de apoyo. Enfatizaste en situaciones como discriminación por maternidad, una ley para el deportista y la inversión que se necesita para lograr triunfos.

—Es cierto que nos brinda un apoyo el IPD, nos pagan mensual y abren programas como ahora en Santiago 2023, pero no es un programa completo. Te dan tres viajes y solo incluye al deportista, más no el equipo multidisciplinario o el entrenador. Un deportista no se puede ir de viaje sin entrenador, es fundamental. Que sean programas completos. No esperemos que te apoyen faltando pocos meses para la competencia, debe ser un programa de largo plazo. Nosotros no entrenamos faltando medio año, estamos cuatro años entrenando con intensidad. Es una inversión, con lo que nos da el IPD no es suficiente.

Hablé también de las deportistas. Acá en el Perú no hay una ley que proteja a las deportistas embarazadas. Que a las mujeres deportistas que quieren ser madres, también las proteja.

—¿Qué tan complicado es llevar el deporte con el estudio? Hace algunos años estudiaste odontología

—Anteriormente, lo dejé porque no me gustaba. Ahora estudio Administración a distancia en la Universidad Continental de Florida. Eso sucede en España, la universidad se acomoda a los deportistas, esperemos que a futuro se pueda dar en el Perú.

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—¿Qué rol cumplió tu familia dentro tu carrera? 

—Mi familia siempre me apoyó, nunca me dijeron ponte a estudiar o no vas a vivir del deporte. Mi familia creyó bastante en mi potencial, que a veces una misma no lo ve. Económica, incondicionalmente, muchas veces yo quería retirarme, pero ellos fueron los primeros en decirme que cumpla con mi sueño.

—¿Cómo va a ser tu preparación en estos meses, considerando los próximos Juegos Olímpicos de París 2024?

—Estos meses vamos a estar en Huancayo en una etapa general. En enero, otra vez viajo a Ecuador para hacer una etapa especial con mi entrenador y todo. En abril comienza la primera competencia que es el Mundial de marcha por equipos en Turquía. Eso estamos viendo porque en un solo día se van a correr 20 km. individual y las postas.

—¿Siente alguna presión o responsabilidad al ser considerada como la principal carta de medalla en París 2024, sobre todo porque hace más de 30 años no se gana una presea olímpica?

—Tranquila. No estoy presionada ni ansiosa. Ya falta muy poco. Quiero entrenar bien, hacer las cosas bien para llegar de la mejor manera. Estoy trabajando mucho con el psicólogo. A veces, suelo presionarme yo misma; a veces, me pongo objetivo tan grandes: no solo quiero ganar, sino hacer récord. Eso me pasó en el Mundial de ahora. Estoy trabajando ese aspecto para entrar mucho más tranquila, relajada y disfrutar lo que haga. Es entrar, disfrutar y divertirte.

—¿Algún mensaje que quieras dejarle a las niñas que buscan empezar en la marcha y te ven como un ejemplo?

—La marcha todavía falta masificarse, más se ve en Huancayo y Puno. Gracias a mis resultados y los de otros deportistas está llegando a conocerse más. Hay muchos niños en Huancayo que sí quieren, pero el impedimento mayor es el apoyo. Acá también la parte fundamental es la familia, deberían apoyar a sus hijas. Decirles que si les gusta y les apasiona, que lo practiquen. El camino no va a ser fácil, pero cuando llegas a cumplir tus metas y objetivos, realmente van a sentirse satisfechas de haberlo logrado.