¿Por qué Machu Picchu fue construido en una falla tectónica?

La ciudadela de Machu Picchu tiene mucha historia, pero buena parte de esta sigue escondida entre los vestigios aún no descubiertos del imperio incaico. Más allá de sus pericias arquitectónicas, entre lo que más sorprende de la llacta está su ubicación. ¿Sabías que está construida en una falla geológica?

Incluso así, los incas estuvieron muy conscientes de en qué lugar levantaron este importante centro administrativo, allá por el siglo XV. Recientes investigaciones han dado con las razones de este particular lugar para erigir construcciones semejantes. Aquí te las exponemos.

¿Por qué los incas construyeron Machu Picchu en un lugar tan poco accesible?

Fue en el año 2019, cuando la investigación del geólogo Rualdo Menegat arrojó sus impactantes conclusiones.

Los incas, según su exposición, habrían construido la llacta de Machu Picchu intencionalmente justo en el lugar de una falla tectónica para ellos.

¿Qué son las fallas tectónicas?

Las fallas tectónicas o geológicas son fracturas prominentes en la propia corteza terrestre, las cuales producen dos bloques rocosos de gran prominencia (aunque de tamaño variable) que resultan especialmente sensibles a otras fuerzas de la naturaleza como la propia gravedad y, por supuesto, los sismos.

Los incas construyeron Machu Picchu en un área con un gran número de fallas, que van desde las más grandes (175 kilómetros de longitud) hasta otras más pequeñas que se pueden distinguir hasta en las piedras del lugar.

Las fallas más largas están orientadas a los otros elementos del sitio, como la dirección del río Vilcanota y también del propio Valle que dibuja el sitio.

Machu Picchu y su relación con los Andes

Menegat utilizó mediciones e imágenes de toda el área del valle, donde distinguió diversas áreas tanto de la planicie principal como de las zonas aledañas, hoy llenas de andenes.

La zona cuenta con muchas de las principales fracturas terrestres que se dan como resultado la elevación de las montañas en los Andes centrales, un proceso que habría tomado forma durante los últimos 8 millones de años.

El sitio donde está plantado Machu Picchu es curioso, porque en él se entrecruzan dos de estas fallas en sentido casi contrario, formando una X.

La distribución de Machu Picchu

El conocimiento de los incas sobre estos elementos tectónicos fue tal que incluso diseñaron las distintas áreas del lugar divididas por estas fallas.

Las terrazas, escaleras y edificios centrales están precisamente colocados y distribuidos de acuerdo a las fallas, formando una matriz. Este tipo de diseño también está presente en otros templos como Ollantaytambo, Pisac y la propia ciudad del Cusco.

La ventaja de las fallas

De por sí, la gran cantidad de piedras que se encuentran en Machu Picchu también habría sido conseguido por las canteras creadas por las fracturas allí presentes.

Otras ventajas incluyen fuentes naturales de agua, que al igual que en otras construcciones incas, siguen vigentes hasta hoy.

Las fallas originan canales naturales de agua de lluvia y deshielo, que desembocan directamente en Machu Picchu.

Otro beneficio alcanzado gracias a la ubicación es el aislamiento del lugar frente a otros desastres como avalanchas y huaicos.

Para Megenat, el santuario de Machu Picchu está perfectamente ubicado y esta elección es vital para explicar por qué el sitio sigue casi intacto después de casi 6 siglos.

¿Los incas llegaron a Oceanía?

Existen algunas teorías que señalan que Túpac Yupanqui llegó a algunas islas de la Polinesia, hacia donde enrumbó cuando apenas tenía 25 años.

Al igual que con otras expediciones, la intención del inca habría sido encontrar oro, provisiones y demás elementos que sirvan para el imperio. Si bien los incas nunca tuvieron una fuerza naval importante –ya que no era necesaria–, se dice que Túpac Yupanqui conoció el mar cuando llegó a Guayaquil en medio de sus conquistas.

Fue por entonces que, comprendiendo las corrientes oceánicas, se le habría ocurrido la idea de llegar a otros territorios aprovechándolas, así como las balsas que había conocido de los lugareños.