Las cabinas de internet fueron una pieza clave en el acceso a la red en Perú, especialmente en los años 90 y principios de 2000. En tiempos donde la conectividad en los hogares peruanos aún era limitada, estos espacios, que operaban en diversas zonas de Lima, se convirtieron en el primer punto de acceso para muchos peruanos. Un caso emblemático es el de la primera cabina de internet en Perú, que con el tiempo se consolidó como un referente en el país, no solo por sus servicios tecnológicos, sino también por su rol como pionera en la democratización del acceso a internet.
En sus inicios, esta cabina de internet se ubicó en una pequeña oficina con 40 computadoras. Sin embargo, su impacto fue mucho mayor que su tamaño. Hoy en día, este espacio sigue vigente, aunque ofreciendo acceso otros servicios.
La historia del internet en Perú empezó en febrero de 1994, cuando se logró la primera conexión. En ese entonces, la Red Científica Peruana (RCP), un proyecto nacido en 1991, a través del uso de un satélite, se convirtió en el único proveedor de la red del país y ese mismo año se inauguró la primera cabina de internet con 40 computadoras en el Centro Cultural Ricardo Palma, que mantiene su ubicación hasta hoy en el distrito de Miraflores.
Este espacio se convirtió rápidamente en un lugar de referencia para quienes deseaban acceder a la incipiente red global, en un momento en que las conexiones domésticas eran casi inexistentes.
Lo interesante de esta primera cabina no solo fue su capacidad de ofrecer acceso a internet, sino también el hecho de que sirvió como plataforma para la expansión de la Red Científica Peruana. En sus primeros días, el RCP fue creado para conectar a las universidades y centros de investigación del país, lo que permitió un avance significativo en la conectividad académica y científica. Quienes acudían a la cabina, lo hacían para realizar tareas de investigación, consultar información o simplemente navegar por la web.
Desde el 2000, comenzó una expansión de las cabinas públicas con acceso a internet en el Perú y su precio relativamente accesible facilitó su masificación. Los locales recibían con frecuencia la visita constante de personas que trabajaban, se querían divertir o simplemente deseaban comunicarse.
Hoy, más de tres décadas después, el Centro Cultural Ricardo Palma no solo se limita a ofrecer acceso a internet. Actualmente, los usuarios pueden disfrutar de una serie de servicios complementarios que fomentan el aprendizaje y la cultura. Entre estos se encuentran:
Por mucho tiempo, las cabinas de internet eran el medio de conexión que tenían los peruanos para acceder al internet. Foto: Cabinas de internet "movilinne".
Aunque el panorama ha cambiado significativamente con la expansión del acceso a internet en los hogares peruanos, las cabinas de internet siguen existiendo en Lima, aunque en menor número que en décadas pasadas. En zonas como Miraflores y otros distritos de la capital, todavía hay locales que ofrecen acceso a internet a personas que no cuentan con la infraestructura en casa, así como a turistas que necesitan conexión temporal.
Cuando las cabinas de internet estaban en su máximo esplendor, había varios programas diseñados para gestionar una cabina de internet. Uno de los más conocidos era Control de Ciber, un software gratuito o freeware, lo que permitía a los propietarios de estas cabinas utilizarlo sin necesidad de pagar una licencia. Aunque fue una herramienta útil para los dueños de estos negocios, no era tan bien recibido por los clientes, quienes a menudo se veían obligados a pedir unos minutos adicionales para terminar de usar el servicio.
Aunque parezca sorprendente, el programa sigue estando disponible. Su versión estable más reciente, lanzada hace cuatro años, es compatible con Windows 10. En su página oficial, se indica que esta actualización (V1.650) fue publicada el 14 de marzo de 2019. Desde entonces, no se han lanzado nuevas versiones, aunque la actual sigue funcionando perfectamente para aquellos que son dueños de una cabina de internet.