La vacunación contra la COVID-19 ha ayudado a disminuir el número de casos positivos y la mortalidad de la población. Sin embargo, algunos malos médicos han aprovechado esta situación para recetar una serie de medicinas indiscriminadamente para pacientes que han presentado un COVID-19 leve.
De acuerdo a un informe de Punto Final, el ciudadano Juan Antonio de la Cruz dio positivo el año pasado por COVID-19 y el único síntoma que presentó fue un dolor de garganta. Sin embargo, con el miedo de que su situación pueda empeorar, acudió a un médico para iniciar un tratamiento. “Me recetó antibióticos y corticoides anticoagulantes”, respondió.
Para el epidemiólogo César Cárcamo, el uso de corticoides y antibióticos en una persona que atraviesa un COVID-19 leve puede ser peligroso.
“Específicamente los esteroides, como la prednisona y la dexametasona, pueden ser dañinas. ¿Qué hacen estos medicamentos? Apagan al sistema inmune y puede salvar a una persona con asma. Si nosotros apagamos el sistema inmune cuando tenemos una infección, el agente infeccioso está feliz, va a empezar a propagarse por todo el cuerpo”, respondió a Latina.
El especialista indicó que los medicamentos solo deben usarse si la enfermedad se agrava. “Los antibióticos son para bacterias, cuando tenemos una infección bacteriana confirmada. Pero con un resfrío y COVID-19 que es claramente una enfermedad viral no sirven”, agregó.
Es por ello que, si usted es un paciente COVID-19 leve y el médico que lo vio le dio una receta médica llenas de corticoides y antibióticos, podría estar en grave riesgo de complicar su estado de salud.