Una joven identificada como Claudia Pérez Pérez, de 24 años de edad, falleció el último domingo 11 de abril en el interior de un taxi que la trasladó hasta una clínica del distrito de San Miguel para que sea atendida por presentar baja saturación en la sangre.
Los familiares denunciaron falta de atención médica en la clínica debido a que solo certificaron su deceso en el interior del vehículo aduciendo que ya había fallecido por un problema respiratorio.
Diana Díaz Pérez, prima de la occisa, afirmó que su familiar (Claudia Pérez) fue una paciente que había padecido la COVID-19 y que estuvo internada en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Sabogal (Callao). Luego de presentar una leve mejoría, volvió a su casa; sin embargo, su estado de salud se volvió a complicar.
“Mi prima es una paciente post-COVID que estuvo cerca de tres semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Sabogal (Callao). Tras superar ese cuadro, le dieron de alta, pero en la casa empieza nuevamente a decir que le faltaba el aire y que no podía respirar”, afirma la familiar.
Diana Díaz explicó además que su prima ya venía sintiéndose delicada de salud desde el viernes 9 de abril, pero fue el último domingo 11 de abril que su pariente ya no podía respirar. De inmediato, la trasladaron en un taxi a la clínica Providencia de San Miguel, donde solo certificaron su deceso a causa de un problema respiratorio.
“El viernes pasado también tenía problemas de saturación y no podía respirar. Tras llevarla a la clínica, (estas) dijeron que no tenía COVID-19, que solo presentaba un cuadro de ansiedad. Ahora ya está muerta y no la atendieron” sostiene Diana Díaz.
La Policía Nacional del Perú se constituyó hasta el lugar de los hechos para investigar el caso.