Un viaje de una hora en bus en medio de una carretera de tierra quizá puede desanimar a los visitantes. Sin embargo, la belleza de sus paisajes, conformadas por pequeñas lagunas, cadenas de montañas y el imponente Qhapaq Ñan, hacen del distrito de Ccorca un interesante atractivo turístico en la región Cusco.
Esta localidad cusqueña posee en su inmenso paisaje, extensas vías empedradas que formaron parte del Qhapaq Ñan o Gran Camino Inca, un sendero que unía la vieja capital inca con la costa, de donde los chasquis -tras un arduo recorrido- traían frescos productos marinos listos para su consumo. Esta vía también es conocida como la Ruta del Pescado.
Pinturas rupestres de más de 2 mil 500 años de antigüedad forman parte de los atractivos, así como viejos cementerios, tumbas de piedra de los antiguos pobladores que se asentaron en la localidad incluso antes que los incas.
Los farallones de Tecsecocha, inmensas rocas de 40 a 100 metros de altura, forman miradores naturales desde donde se puede apreciar el poblado de Ccorca, la inmensidad del paisaje andino y sus cadenas de montañas. También es propicio para la práctica de turismo de aventura.
En este distrito cusqueño viven cerca de 5 mil pobladores, quienes viven, básicamente, de la agricultura, la crianza de cuyes y truchas.
El Gobierno Regional de Cusco realiza la construcción de la pista que conectará la ciudad de Cusco, con el distrito que limita con las provincias de Paruro y Anta.