Una de las principales víctimas del virus, que hasta la fecha ha ocasionado la muerte de más de 210 mil personas en el mundo, es el pulmón. No obstante, EsSalud ha alertado que la COVID-19 también podría causar daños en el corazón, incluso en el de personas sanas.
El doctor David Gálvez Caballero, jefe de Cardiología del Instituto Nacional Cardiovascular (INCOR), señala que el coronavirus puede ocasionar arritmia, miocarditis, falla cardíaca, entre otras complicaciones cardiovasculares. “El virus puede afectar el corazón de una persona que no tiene antecedentes cardíacos; sin embargo, es más riesgoso en quienes presentan enfermedades cardiovasculares’’, asegura.
Él dice que las personas con enfermedades al corazón tienen más puertas de ingreso que permiten que el virus afecte a más órganos. Gálvez agrega que cuando ingresa al organismo, el SARS-CoV-2 se multiplica y genera una respuesta inflamatoria exagerada, que afecta el órgano en cuestión de las personas infectadas.
El cardiólogo de EsSalud Walter Cabellos detalla que esta inflamación exagerada también puede atacar al riñón, hígado, así como sistema gastrointestinal, además del pulmón y sistema cardiovascular. ‘‘La miocarditis es lo que más frecuentemente se está viendo en los últimos días en pacientes que no necesariamente tienen antecedentes cardiológicos’’, señaló en diálogo con La República.
“Entre un 15 y 17% de contagiados pueden presentar arritmias de diferentes grados de severidad, que en el peor de los casos puede terminar en una muerte súbita’’ expresa Gálvez. Asimismo, indica que en un 7% de los casos el virus puede desencadenar en una inflamación agua del músculo del corazón, afección que se conoce como miocarditis. Si esta situación se agrava, el paciente es propenso a desarrollar una falla cardíaca agua, que aumenta la probabilidad de una muerte.
Walter Cabellos explica que lo que ocurre es que el virus ingresa al torrente sanguíneo y busca los receptores celulares por donde entrar. Es ese momento que empieza a multiplicarse. ‘‘El proceso genera daño celular, mata células y al matar células nuestro organismo necesita defenderse’’, añade. Cuando el cuerpo desea luchar, comienza a ‘‘generar, de manera exagerada, sustancias inflamatorias, las cuales van a desencadenar en todas las complicaciones’’.
Estas sustancias, entre las que se encuentran las interleukinas, se colocan dentro del músculo del corazón a través de la sangre de las arterias coronarias y comienzan a generar daño muscular. ‘‘Ese daño es la miocarditis’’, detalla.
‘‘Puede que el corazón de alguien joven y con buena salud empiece a dilatarse, no tener fuerza de bombeo’’, explica el experto, quien añade que en muchos casos esta situación podría resultar en una falla cardíaca agua.
‘‘Y si ese paciente, por diferentes razones, no mejora y continúa la falla, sigue la miocarditis, entonces tiene un mal pronóstico. Incluso podría fallecer. Él puede hacer un paro cardíaco, arritmias y una muerte súbita’’, recalca el doctor.
Walter Cabellos manifiesta que, en términos generales, entre un 5% y 10% de pacientes infectados con el nuevo coronavirus, que fallecen en Latinoamérica, tienen complicaciones cardiovasculares. Las cifras incluyen a personas con antecedentes cardíacos y a aquellas que se encontraban bien del corazón.
Cabellos también expone cómo el coronavirus puede ocasionar infartos en las personas infectadas. ‘‘Todas estas sustancias inflamatorias, como están en el torrente sanguíneo, rompen las placas de colesterol que se encuentran en las arterias coronarias de algunas personas. Al romper las placas hacen que se formen coágulos dentro de las arterias y, si esto sucede dentro de las arterias coronarias, van a generar un infarto de miocardio’’, asevera.
El cardiólogo asegura que reportes de Estados Unidos han informado sobre casos de adolescentes que han llegado a centros médicos a causa de un desmayo súbito o pérdida de consciencia. ‘‘En los estudios hechos se encuentran coágulos en la arteria pulmonar, la que lleva sangre hacia el pulmón, y encuentran coágulos al lado derecho del corazón’’, indica.
El médico Cabellos sostiene que la embolia pulmonar es algo que se observa en pacientes, incluso sin antecedentes cardiovasculares. ‘‘Es como una de las presentaciones a consecuencia de todo este proceso inflamatorio’’, apunta.
En esa línea, asegura que la enfermedad por el nuevo coronavirus ‘‘es un proceso que genera exagerada coagulación’’. ‘‘Varios de los pacientes fallecen porque se forman pequeños coágulos a nivel de vasculatura pulmonar’’, comenta.
Respecto al cuidado de los pacientes cardíacos, Gálvez dice que estos deben recibir uno especial, pues son más propensos a contraer el virus y también, en caso de infectarse, tienen más mortalidad que la población en general.
“En el caso de las personas que tienen enfermedades cardíacas la tasa de decesos supera el 10%”, anota. Él explica que en países en los que se ha realizado un número importante de pruebas para diagnosticar el SARS-CoV-2, la tasa de mortalidad es de 2% a 3% en promedio. No obstante, existe un mayor riesgo de fallecimiento en los pacientes que tienen más de 60 años o con enfermedades preexistentes como la hipertensión, diabetes, enfermedad pulmonar crónica y estados de inmunosupresión, como los trasplantados, entre otras.